La recta y la curva son los primeros símbolos que podemos confeccionar con una serie de puntos. En este sentido podríamos decir que la recta y la curva son los primeros hijos concebidos por el padre de todos los símbolos: el punto. El resto de componentes que forman parte de la gran familia de los símbolos, están formados por rectas y curvas enlazadas de forma distinta. Combinando rectas y curvas el ser humano ha ido confeccionando todos los símbolos que necesitaba plasmar para comunicarse y transmitirse ideas y conceptos. De allí salieron las letras y números utiizados por las diferentes civilizaciones. Pero antes que las rectas y curvas se convirtieran en letras, formaron innumerables signos y símbolos.
Las diferencias existentes entre la recta y la curva, forman parte de los fundamentos principales de todo análisis simbólico que se precie:
- La linea recta tiene atributos masculinos y se asocia a todo lo terrestre.
- La curva disfruta de los atributos femeninos y esta asociada al cielo.
Esta primera diferencia del mundo de la simbología es importante tenerla presente y no olvidarla. La madre naturaleza no tiene ninguna prisa en realizar su obra, para ella el camino más corto, no es el más importante. El mundo celestial y natural no tiene ningún interés en llegar primero. Todos los demás símbolos se basan en este concepto desde la noche de los tiempos:
"La curva es divina y la recta es mundana"
La linea recta puede ser simbolizada por una flecha, una espada o un rayo. La recta simboliza rectitud en todos los principios morales y la forma mas rápida y sencilla en relacionar dos puntos del plano. El camino mas corto, siempre sera el camino recto y derecho, sin vacilaciones ni dudas.
La curva suele representarse como un circulo o un semi-circulo. Todo lo que pertenece al mundo celestial se representa sin utilizar la linea recta. Las representaciones artísticas medievales muestran siempre al dios creador con un compás en las manos como herramienta de trabajo. En todas estas pinturas dios esta trabajando en una creación de un mundo donde todo son formas curvas, un mundo que no conoce la recta.
Para crear rectas podemos utilizar una regla o una escuadra, por este motivo la escuadra se considera atributo masculino en todas las civilizaciones. Pero si queremos crear unas curvas, la herramienta de la escuadra no nos sirve. Para las curvas necesitamos el compás, atributo femenino por excelencia.
Para diseñar nuestro mundo no se utilizó una regla, se utilizó un compás |
"El que con su compás marco los limites del mundo y regulo dentro todo lo que se ve y todo lo que se esconde".
La recta simboliza todo lo material, es pasiva y sumisa. La curva representa todo lo espiritual es activa y creadora. De la recta nace el cuadrado y el rectángulo. De la curva nace el circulo y la elipse. Podíamos considerarlos los nietos del Punto y los primeros arquetipos de la historia del ser humano.
La forma del báculo utilizado por los obispos de todas las iglesias, es un excelente ejemplo que nos muestra la fuerza de la simbología, tan utilizada por la iglesia para educar a "sus ovejas". Para demostrar su autoridad los obispos caminan con un palo que en su parte superior finaliza con una forma muy especial que de recta no tiene nada. Estamos ante un final superior en forma de gancho semi-circular, significando la diferencia entre arriba y abajo.
Con el báculo el obispo nos muestra el poder celestial que ostenta para poder unir el cielo y la tierra. El obispo enseña a los hombres que su poder proviene del cielo y que tiene potestad para utilizarlo en la tierra. El báculo es un magnífico ejemplo para poder conocer lo arraigados que están los símbolos en lo más profundo de nuestras mentes y de como ciertos poderes lo utilizan para tener el rebaño controlado.
En la imagen de la izquierda, podemos observar un ejemplo de como la materia prima utilizada por el artesano, también nos denota la gran diferencia existente entre la recta y la curva: la parte recta es de madera y la parte curva es de plata. En este sentido la iglesia siempre lo ha tenido muy claro, siendo fiel a la máxima que dice:
Otro ejemplo de como la iglesia maneja a la perfección los símbolos básicos lo vemos en uno de los atributos que se le concedió a una de las creaciones del siglo 17, la Virgen Pastora de Almas y su magnífico cayado.
En todas las representaciones de esta clase de virgenes aparece portando un sendo cayado pastoril con una marcada curva en su extremo superior. La curva en la parte superior de este cayado de la virgen es doble y no solamente giran en un sentido demostrando que como mujer domina la curva en sus dos sentidos.
Los grandes artistas acostumbran a ver las cosas de forma completamente distinta al resto de los mortales. Es como si vivieran "adelantados" al tiempo de los demás. Un gran ejemplo de esta cuestión lo encontramos en Salvador Dalí con la forma con que pintaba las muletas, sus famosos báculos-columna que sostenían a toda su materia de la fuerza de la gravedad.
Estamos ante la unión perfecta de la recta y la curva en donde cada una cumple su misión conforme a sus cualidades: la recta sostiene y eleva, mientras que la curva actúa de receptáculo protector albergando al elemento al que hay que sostener. Pero, tal y como decíamos, este tipo de columnas solo pueden ser ideadas por una mente privilegiada que tenga los principales conceptos simbólicos completamente integrados en su mente y con capacidad de saberlo transmitir con el pincel a la blanca tela.
Pero si los báculos y muletas de las pinturas de Dalí son una auténtica lección simbólica, observar como era el cayado pastoril que el artista catalán utilizaba en su querido Ampurdán, me parece una imagen perfecta para finalizar este artículo dedicado a los símbolos ancestrales. Dominio total de la forma, con la que solamente unos pocos pueden salir a pasear, son los genios:
Combinando distintas rectas y curvas el ser humano ha ido diseñando los demás símbolos. Pero no se trata de una combinación dejada al puro azar. Como iremos viendo en los siguientes artículos de este blog, cada símbolo y cada arquetipo tienen un profundo significado en nuestras mentes.
La forma del báculo utilizado por los obispos de todas las iglesias, es un excelente ejemplo que nos muestra la fuerza de la simbología, tan utilizada por la iglesia para educar a "sus ovejas". Para demostrar su autoridad los obispos caminan con un palo que en su parte superior finaliza con una forma muy especial que de recta no tiene nada. Estamos ante un final superior en forma de gancho semi-circular, significando la diferencia entre arriba y abajo.
Con el báculo el obispo nos muestra el poder celestial que ostenta para poder unir el cielo y la tierra. El obispo enseña a los hombres que su poder proviene del cielo y que tiene potestad para utilizarlo en la tierra. El báculo es un magnífico ejemplo para poder conocer lo arraigados que están los símbolos en lo más profundo de nuestras mentes y de como ciertos poderes lo utilizan para tener el rebaño controlado.
En la imagen de la izquierda, podemos observar un ejemplo de como la materia prima utilizada por el artesano, también nos denota la gran diferencia existente entre la recta y la curva: la parte recta es de madera y la parte curva es de plata. En este sentido la iglesia siempre lo ha tenido muy claro, siendo fiel a la máxima que dice:
"Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios"Con esta máxima nos han tenido entretenidos y se han ido quedando con las propiedades terrenales de todos los mortales.
Otro ejemplo de como la iglesia maneja a la perfección los símbolos básicos lo vemos en uno de los atributos que se le concedió a una de las creaciones del siglo 17, la Virgen Pastora de Almas y su magnífico cayado.
En todas las representaciones de esta clase de virgenes aparece portando un sendo cayado pastoril con una marcada curva en su extremo superior. La curva en la parte superior de este cayado de la virgen es doble y no solamente giran en un sentido demostrando que como mujer domina la curva en sus dos sentidos.
Los grandes artistas acostumbran a ver las cosas de forma completamente distinta al resto de los mortales. Es como si vivieran "adelantados" al tiempo de los demás. Un gran ejemplo de esta cuestión lo encontramos en Salvador Dalí con la forma con que pintaba las muletas, sus famosos báculos-columna que sostenían a toda su materia de la fuerza de la gravedad.
Estamos ante la unión perfecta de la recta y la curva en donde cada una cumple su misión conforme a sus cualidades: la recta sostiene y eleva, mientras que la curva actúa de receptáculo protector albergando al elemento al que hay que sostener. Pero, tal y como decíamos, este tipo de columnas solo pueden ser ideadas por una mente privilegiada que tenga los principales conceptos simbólicos completamente integrados en su mente y con capacidad de saberlo transmitir con el pincel a la blanca tela.
Pero si los báculos y muletas de las pinturas de Dalí son una auténtica lección simbólica, observar como era el cayado pastoril que el artista catalán utilizaba en su querido Ampurdán, me parece una imagen perfecta para finalizar este artículo dedicado a los símbolos ancestrales. Dominio total de la forma, con la que solamente unos pocos pueden salir a pasear, son los genios:
Combinando distintas rectas y curvas el ser humano ha ido diseñando los demás símbolos. Pero no se trata de una combinación dejada al puro azar. Como iremos viendo en los siguientes artículos de este blog, cada símbolo y cada arquetipo tienen un profundo significado en nuestras mentes.
PAZ
Johnny McClue 2015
Johnny McClue 2015
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