Los muros y las barricadas acompañan a nuestro Planeta desde que los dioses empezaron a construir las montañas, los valles y los ríos. Los dos sistemas tienen una característica en común: separan y dividen. Pero existe una gran diferencia entre un muro y una barricada. Los muros son construidos de forma planificada y sin prisas. Las barricadas se construyen de forma improvisada y a "toda leche" para impedir que entren los del equipo contrario.
Los muros no siempre son visibles, muchos de ellos son completamente mentales. Los seres humanos somos especialistas en poner muros a ciertos aspectos de la vida que no funcionan a la perfección. Muchas parejas acaban completamente amuralladas, uno del otro. Salvador Dalí y su gran musa Gala, fueron unos auténticos maestros en este tipo de muros que la mayoría de mortales ignoran. Su maestría y genialidad consiguió que la mayoría de dichos muros finalizaran por materializarse en arte, con el que decoraban su propia residencia. Que bueno que es tener las barreras asumidas, es la única forma de poder avanzar, a pesar del retardo.
Los primeros muros de separación los encontramos en el Paraíso Terrenal donde el muro separa el Paraíso del resto de la Tierra, impidiendo que ningún ser pecador descendiente de la "parejita", pueda entrar y regresar al tan llorado Paraíso Terrenal.
Los muros y murallas están relacionadas con el arquetipo del Paraíso en todas las principales culturas del Planeta. La palabra “paraíso” denotaba originalmente los parques amurallados y los jardines de recreo de los reyes persas, y desde entonces la mayoría de las ideas que han girado entorno a un paraíso terrenal se han situado en el marco de un jardín amurallado. El jardín del Edén bíblico simbolizaba la inocencia primordial del mundo natural. Los jardines son al fin y al cabo estructuras artificiales que representan la feliz cooperación entre el hombre y la naturaleza.
En el caso de los famosos jardines de Babilonia, la misión de los muros es evidente. Fuera de los muros solamente había arena con desiertos y pantanos habitados por terribles fieras. Pero dentro de los muros las cosas cambiaban y todo era dispuesto para formar un gran decorado donde la naturaleza y el hombre habitaban con armonía y belleza. No en vano, están considerados como una de las 10 Maravillas del Mundo Antiguo.
En el caso de los famosos jardines de Babilonia, la misión de los muros es evidente. Fuera de los muros solamente había arena con desiertos y pantanos habitados por terribles fieras. Pero dentro de los muros las cosas cambiaban y todo era dispuesto para formar un gran decorado donde la naturaleza y el hombre habitaban con armonía y belleza. No en vano, están considerados como una de las 10 Maravillas del Mundo Antiguo.

Los muros y su única puerta de acceso, permiten poder controlar a la perfección la entrada de cualquier recinto amurallado. En el caso de la Biblia unos ángeles bien armados son los encargados de hacer guardia eterna. Ya han pasado varios milenios desde lo de Adán y Eva, y en las noticias de radio y TV nunca han informado de que alguien haya burlado el muro del Paraíso Terrenal. Hay que reconocer que debe de tratarse de un gran muro.
En Persia, el jardín amurallado era tradicionalmente un retiro tranquilo e inspirador en medio de la vida cotidiana. El tema del refugio espiritual, tuvo continuidad en la Europa medieval con los claustros de los monasterios y conventos. Bajo este contexto los jardines amurallados y los claustros son unos excelentes representantes de todo símbolo femenino y protector. De ahí que siempre encontremos fuentes en este tipo de jardines y claustros, con sus chorros de agua reluciente que representan el principio femenino y el fluir de la vida.
La fuente de la vida asociada a la inmortalidad permanece oculta tras los muros del jardín. Desde el exterior es imposible saber o percibir que se esconde en un jardín amurallado, pero una vez dentro uno se encuentra con que la vida surge por todas partes de manera ordenada, estética y natural. Gracias al muro el orden queda aislado para poder ser disfrutado por los que están dentro.

La fuente de la vida asociada a la inmortalidad permanece oculta tras los muros del jardín. Desde el exterior es imposible saber o percibir que se esconde en un jardín amurallado, pero una vez dentro uno se encuentra con que la vida surge por todas partes de manera ordenada, estética y natural. Gracias al muro el orden queda aislado para poder ser disfrutado por los que están dentro.

En la alquimia un grueso muro realiza las funciones de la fortificación alquímica y son 21 los caminos que conducen a dicha fortificación, pero solamente uno de ellos es el camino que accede al interior. Solamente un camino conduce al conocimiento verdadero de toda materia prima, los otros 20 representan los falsos conceptos de los bien llamados "malquimistas".
En la imagen podemos observar como el muro encierra en su interior a todo el jardín y en el único acceso posible, una gruesa puerta esta cerrada con 3 candados. Esta triple cerradura representa las 3 fases del Opus alquímico. Las 3 puntas en lo alto de la puerta indican que en el interior del jardín existen 3 fuegos distintos. El hombre con los brazos cruzados frente a la puerta no tiene pies, haciendo honor a una de las máximas de los alquimistas:
"El que quiera ir al jardín de rosas filosófico sin tener la llave, hace como el hombre que quiere andar sin pies."
En alquimia los muros no solo protegen huertos y jardines, si no que en ocasiones los encontramos rodeando a toda una montaña. Es el llamado "Monte de los Filósofos" en cuya puerta de entrada aparece sentado un viejo barbudo, el antimonio saturnal padre de todos los metales. Algunos autores identifican a este viejo con Boas, el bisabuelo de David que fue campesino en Beén y que algunos afirman que en sus ratos libres esculpía una columna de mármol.
El Monte de los Filósofos alberga en lo alto una casa edificada sobre la dura roca y a un hombre con un árbol en sus manos. La acción representa al alquimista árabe Senior Zadith plantando el árbol del Sol y la Luna que acabará por dar el tan deseado lapis. La casa con su puerta cerrada y su chimenea humeante guarda en su interior el mayor de los secretos: la fuente de la eterna juventud.
En esoterismo el término muralla o gran muralla representa el recinto protector que encierra un mundo e impide que las influencias nefastas de origen inferior puedan entrar y "joder el invento". Como ocurre en todo el universo dual, la muralla tiene cosas buenas y cosas malas. Tiene el inconveniente de la limitación ya que el dominio que encierra no puede ser ampliado, pero tiene la gran ventaja de que todo lo que encierra, queda a buen recaudo. La muralla deja via libre a la influencia y recepción celeste, una gran cualidad que hay que tener bien presente en un mundo actual amante de las burbujas sobre asfalto.

Un muro que guarda el famoso "oro de los filósofos" como uno de los mayores secretos que los profanos jamás deben conocer. El niño y la niña representan la la experiencia mística de la unidad perfecta que solo puede ocurrir en el interior del Paraíso, que el muro delimita.
Solamente la autentica inocencia infantil puede albergar a la dualidad en perfecto equilibrio. Un hombre y una mujer en edad adulta ya no poseen la capacidad e inocencia para poder convivir en el Paraíso. El muro protege la inocencia y la verdad de un mundo exterior donde impera la ley de la selva. Son muchos los libros y los autores que afirman que la culpa de que estemos en la selva es de una tal Eva.
La lámina de la izquierda, dedicada al signo de Aries, nos refleja perfectamente esta relación del muro con marte y la guerra. Ante la embestida del soldado y el carnero, el muro queda derrumbado, la fuerza del elemento Fuego en plena acción. Por tal motivo los mejores especialistas en construir muros han sido los militares.
El gran Leonardo da Vinci dedicó varios estudios a las artes militares, haciendo una especial atención en como deberían ser construidos los muros de las fortalezas. Por aquel entonces las balas de los cañones empezaban a hacer de las suyas y Leonardo estudió las mejores formas para que los muros pudieran resistir el ataque de la artillería de aquella época.
No solamente se construyen muros para la defensa, la opresión tambien se lleva con el muro a las mil maravillas. Un triste ejemplo lo tenemos en la llamada Tierra Santa y el desgraciado muro construido por los judíos para asaltar el territorio del pueblo de Palestina. Un pueblo palestino que vive completamente oprimido por un pueblo de judíos que se creen que son el pueblo elegido. Las religiones siguen dividiendo al ser humano con libros llamados sagrados que comen el coco y crean muros por doquier.

Pero volviendo a lo del muro de Trump, es una triste muestra de en dónde se encuentra el nivel colectivo de Conciencia del ser humano. El hombre que ha utilizado a la Biblia para jurar el cargo de presidente, solamente ama a los que tienen un cierto pasaporte. Los demás que se jodan, sin embargo el acaudalado ciudadano, va jurando encima de la Biblia.
Donald Trump debe tener muy metido el arquetipo del muro y el paraíso terrenal. No es el primer caso de gente que la historia bíblica les tira desde que sus abuelos les contaban que por el paraiso andábamos desnudos. En estos casos el muro se convierte en un potente arquetipo que te acompaña el resto de tu vida. Donald Trump como buen Géminis gusta de utilizar los 180 grados en la mayoría de conceptos. Si en el siglo 20 los muros de Berlin y telones de acero fueron derrumbados, en el siglo 21 toca construirlos por todos lados. Si en el siglo 20 se empezó a poder viajar sin necesidad de pasaporte, en el siglo 21 toca poner de moda tener todo controlado y no conceder puto visado. Tomando este tipo de decisiones, un Géminis se siente dual-mente realizado.

Pero para los árabes Gog y Magog representa a unos pueblos bárbaros que aún vivían desnudos. Su historia esta íntimamente relacionada con un gran muro y para ellos se trata de un muro de extrema importancia, pues tiene que ver con la llegada del Falso Profeta y el comienzo de los Ultimos Tiempos, lo que los cristianos llaman, el Argamedón o la Batalla Final.
En el Corán Gog y Magog, nombrados como Yadjudj y Madjudj, son dos pueblos bárbaros del Asia oriental que vivieron en la época de Alejandro Magno (en el Corán, Dhul Karnein) aterrorizando a todos sus vecinos. En la Sura 18 se cuenta como los habitantes de la región por donde pasaba el ejército de Alejandro Magno le pide protección ante los bárbaros. En los versículos 93, 94 y 95 se cuentan algunos detalles de la solución del emperador, construir un gran muro:
"93.- Este pueblo le dijo: Oh Dhul Karnein, he aquí que Yadjudj y Madjudj cometen desórdenes en la tierra. ¿Podemos pedirte, mediante una recompensa que levantes una barrera entre ellos y nosotros?Pero el Corán advierte que cuando llegue el día de la resurección, el muro de Alejandro Magno se derrumbara. El versículo 96 de la Sura 21, nos describe lo que acontecerá ese fatídico día:
94.- El poder que me concede mi Señor es recompensa más que considereble, respondió. Ayudadme con celo y levantare una gran barrera en el único paso montañoso que os comunica.
95.- Traedme grandes piezas de hierro, cuantas se necesiten para colmar el intervalo entre las dos montañas. Soplad el fuego y fundir el hierro que luego le tiraremos por encima bronce fundido.
96.- Yadjudj y Madjudj nunca pudieron escalar el muro, ni lograron perforarlo."
"96.- Los bárbaros descenderán rápidamente de las montañas, por que en el fatídico día, se habrá abierto el muro de Yadjudj y Madjudj"Al tratarse de una señal de los Ultimos Tiempos descrita en el Corán, muchos investigadores han intentado localizar físicamente el muro de metal descrito por los profetas. Pero nadie ha dado con el muro en cuestión, a pesar de que la mayoría coinciden en que, de existir, debería de estar en uno de los pasos montañosos dela cordillera que se extiende entre el Mar Negro y el Mar Caspio.
La versión cristiana del muro de Gog y Magog, no contempla la construcción de un muro metálico. Alejandro Magno para construir el muro en la versión occidental utiliza materiales de construcción mas habituales. En la mayoría de grabados se observa como el muro se construye con bloques de piedra y argamasa.
Los cristianos del siglo 21 han acumulado una enorme experiencia con todo lo relacionado con los muros. La tecnología actual les permitiría construir muros trasparentes, pero cuando se trata de oprimir y dividir parece ser que lo solido y opaco tiene grandes y evidentes ventajas.

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