Los símbolos siempre han estado presentes en todos los juguetes producidos por cualquiera de las multinacionales que se dedican a fabricar "entretenimiento y educación". Los juguetes están intimamente relacionados al modo en como una sociedad decide educar a sus pequeños. Bajo este contexto, los juguetes son uno de los modos más eficaces con los que poder educar a toda la población infantil de un modo previamente planeado. Y en este papel educativo de los juguetes, la Simbología adquiere un papel determinante.
Un buen ejemplo de cómo los símbolos y los juguetes van de la mano por un mismo camino lo encontramos en la nueva muñeca Barbie que el gigante de Mattel ha sacado a la luz colaborando con el pintor norteamericano Mark Ryden. Se trata de un artista perteneciente al movimiento llamado surrealista-pop por haber pintado las carátulas de diversos artistas musicales entre los que se encuentran Michael Jackson y Red Hot Chilli Peppers.
La relación de Mark Ryder con la muñeca de la casa Mattel proviene de que Barbie es uno de los iconos simbólicos que el pintor incluye en sus obras junto a otros símbolos como la carne, los ojos, Abraham Lincoln, las abejas, las estrellas, o los corazones. Una de las obras emblemáticas de Ryder es la titulada "Saint Barbie" que pintó en 1994 donde una sensual Barbie es adorada como si de una aparición mariana se tratara:
La colaboración de Mark Ryden con Barbie ha dado como resultado la producción de cuatro diferentes muñecas que fueron lanzadas al mercado este año pasado de forma limitada. En primer lugar hay que destacar el modelo doble denominado "Black and White Surrealist Ball" que incluye dos muñecas y un surrealista dodecaedro por el "módico" precio de 575 euros:
En estas dos muñecas, Ryden nos muestra su particular visión de la dualidad donde el Sol y la Luna son sustituidos por otros arquetipos de características muy oscuras, provenientes del mundo simbólico que el pintor utiliza siempre en sus obras. Una de las muñecas es blanca y lleva una esfera negra como diadema representando al Sol Negro. Su falda lleva estampados algunos de los símbolos más representativos de la obra de Ryden, una abeja, el signo de Júpiter, el signo de Venus, una corona real, una espada, un Nautilus etc. Hay que destacar que la falda blanca también lleva estampados los símbolos del Sol y la Luna, dando a entender que su visión dual de la vida es completamente diferente a la habitual. Por contra la muñeca negra luce una diadema en forma de icosaedro mientras que su falda negra aparece estampada con sendos ojos.
La caja de presentación de estas dos muñecas destaca por un curioso pavimento ajedrezado en tres dimensiones con un fondo donde destaca el planeta Saturno. El obelisco negro que separa a las muñecas esta coronado por un dodecaedro que muestra el mismo tipo de ojo que tiene estampada la falda de la muñeca negra.
En las obras de Ryden siempre suelen aparecer los sólidos platónicos, pero el dodecaedro es el preferido del pintor norteamericano. En esta ocasión el ojo que todo lo ve parece ser el propietario del tinglado.
Mark Ryden siempre se ha distinguido por un especial amor al color rosa, por tal motivo, una de las Barbie´s de esta colección emana rosa hasta con el título: "Pink Pop Barbie".
Se trata de una versión de una obra de Ryder donde el protagonismo lo adquiere una cabellera rosa completamente espachurrada y el propio pintor vestido en traje rosa junto al cuadro. Pues bien, esta nueva Barbie tiene los mismos pelos espachurrados en rosa intenso que el susodicho cuadro.
Esta Barbie tan especial salió al mercado por 405 euros y en la caja de presentación Ryder nos dibuja la ciudad donde Barbie reside junto alguno de los símbolos que han hecho famoso a este pintor: abejas, Abraham Lincoln, conejito de Pascua, carne y tubérculos.
En la entrada del edificio de la izquierda con el número 1959 en el portal, vemos a la Barbie original que salió al mercado en 1959. En el balcón del primer piso los "amigos" de Ryder
miran la escena.
En esta creación Ryden nos presenta a una Barbie que reside en el mundo surrealista que el pintor utiliza en sus obras y donde nunca falta Abraham Lincoln, el conejito de Pascua, las abejas, el tubérculo y la carne. El mismo bolso de mano que porta Barbie nos muestra uno de los típicos pedazos de carne tan frecuentes en sus obras.
Y es que la carne es uno de los símbolos más utilizados en las obras de Ryder. Veamos tres ejemplos que muestran la afición que Mark Ryder profesa hacia las carnicerías y los productos cárnicos:
La última creación que Ryden ha realizado para Mattel, nos presenta a una Barbie surrealista ataviada como si de la abeja Maya se tratara, con alas incluidas, rostro de ultratumba y un nombre que refleja la colaboración del artista con Mattel: "Barbie Bee Mark Ryden". Por 175 euros, se trata del modelo más económico y asequible
El símbolo de la abeja es uno de los más utilizados en toda la carrera de este pintor americano. En una d sus anteriores obras Mark Ryder ya nos mostraba su particular visión de este insecto mostrando el mismo par de alas con los que Barbie Bee ha salido al mercado.
Los símbolos que aparecen en las pinturas de Ryden no son los que habitualmente aparecen en las obras de arte. Los símbolos de Ryden se apartan de todo convencionalismo simbólico y nos muestran la vida desde el especial prisma que Ryden utiliza, un prisma poco común.
La obra de Ryden dedicada a los cuatro elementos principales de la naturaleza me parece un perfecto ejemplo que muestra la especial visión simbólica que Ryden tiene de la vida y la naturaleza. En dicha obra vemos a cuatro niñas sentadas alrededor de un tronco cortado que les hace de mesa para poder tomar el té.
Cada una de las niñas luce en su vestido el símbolo en forma triangular que representa cada uno de los diferentes cuatro elemento de la alquimia y la naturaleza. A la izquierda vemos a la niña vestida de blanco que representa al elemento Aire, le sigue la niña del vestido rojo que simboliza al elemento Fuego y la niña del vestido amarillo que representa al elemento Aire, mientras que la niña de la derecha vestida de negro simboliza al elemento Agua.
Cada una de las niñas luce un color diferente de cabello y tienen encima de sus cabezas el animal que simboliza al elemento que representa. El elemento Aire es simbolizado por un pájaro posado encima de los canosos cabellos de la niña de blanco. El elemento Fuego es representado por un ciervo aposentado en los pelirrojos cabellos de la niña de rojo. Una ardilla encima de los cabellos rubios de la niña de amarillo es la encargada de representar al elemento Tierra. Para acabar la niña de negro luce un pez encima de su pelo negro azabache.
Los tres niños que aparecen sentados dentro de un nido encima de la mesa como si de una cesta del pan se tratara, no tienen desperdicio simbólico. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Pero lo más preocupante a nivel simbólico son los colores que Ryden otorga a cada uno de los cuatro elementos. La niña con las canas y el vestido blanco, Ryden nos muestra que representa al elemento Aire. Pero el color que suele representar al elemento Aire es el amarillo, el azul pálido o turquesa.
La niña pelirroja con el vestido rojo es la única que tiene adjudicado el elemento de forma correcta según la alquimia y la astrología, es el elemento Fuego. Con la niña del vestido amarillo continúan las divergencias respecto a la forma tradicional de adjudicar tonalidades a cada uno de los diferentes cuatro elementos principales. Como ya hemos mencionado antes, el amarillo suele representar al elemento Aire, mientras que el elemento Tierra queda simbolizado por el verde y el marrón.
La niña del vestido negro, Ryden nos la relaciona con el elemento Agua, pero el color que representa al elemento Agua siempre ha sido el azul y el verde marino. Querer aparejar el color negro con el elemento Agua es sinónimo de tener el cerebro parasitado por ciertos seres amantes de las visitas nocturnas.
El propio Mark Ryden tiene un cuadro que nos da la pista de por donde van los tiros. El título de la obra, "Night Visit" nos indica que, en la vida del pintor norteamericano, no todo es de color de rosa como él mismo nos quiere hacer creer en sus creaciones.
En las creaciones de Ryden hay un denominador común que hacen saltar todas las alarmas simbólicas. Y es que sus obras el color azul brilla por su ausencia. Podéis comprobarlo vosotros mismos, Mark Ryden en su paleta no tiene el color azul. El propio hecho de que la niña que representa al elemento Agua, aparezca de color negro nos indica que Mark Ryden ve la vida muy, pero que muy, negra. Sería bueno que Mark Ryden realizara una sesión de hipnosis regresiva, con el fin de que pudiera darse cuenta de que su cuerpo está siendo parasitado por seres de la cuarta dimensión.
Las almas y el color azul van de la mano.
Una vida sin color azul se me hace imposible.
Johnny McClue 2023