La ballena, en primer lugar, está intimamente relacionada con el simbolismo que el pez representa. La letra arábiga "nün" significa tanto un pez, como una ballena. Ocupa en el alfabeto árabe el lugar 29 y su valor numérico es de 50. Tha'labi dice: "Dios creó Nün, es la Gran Ballena".
Son varias las cosmogonías que nos describen que un gran animal es el que soporta a todo este tinglado en dónde vivimos y experimentamos. En algunas leyendas es una gran tortuga, en otras un enorme cocodrilo y en otras una gran ballena. Son animales que soportan al mundo, llamados cosmóforos. Interesa mucho que estén tranquilos y quietecitos, ya que en la antigüedad se creía que los terremotos y las tempestades eran producto de sus movimientos bruscos.
En el mito de Jonás la ballena hace el papel de arca. La entrada de Jonas a la ballena es la entrada en el periodo de oscuridad intermedio entre dos estados de existencia. Jonás en el vientre de la ballena es sinónimo de germen de la inmortalidad en el huevo de la matriz cósmica. La entrada en el vientre de un monstruo marino es argumento común en muchas y diferentes culturas ancestrales. La salida de dicho vientre simboliza un auténtico rito de iniciación.
El vientre de la ballena significa el descenso a los infiernos, al que le sigue la resurrección, como no podría ser de otro modo. En muchos pueblos marineros asiáticos los huesos de ballena varados en la arena de las playas son sagrados. Los recogen y se les ofrece un importante culto para que las ballenas vivas guíen a los marineros y los alejen de las tempestades. Pero también tienen un papel fundamental en todo lo relacionado a los naufragios y a la supervivencia del ser humano dentro del mar.
La ballena también la solemos encontrar como la portadora del Salvador, el hombre extranjero que llega sobre una ballena y arregla una situación desastrosa por la que pasaba la tribu.
La ballena es símbolo de continente y, atendiendo a su contenido, también es símbolo del tesoro oculto y de la maldad que siempre acecha. Se compara su forma ovoide con la conjunción de dos arcos de círculo que simbolizan el mundo de arriba y el mundo de abajo. La conjunción del Cielo y la Tierra.
Todo lo que representa la esencia simbólica de la ballena esta relacionado con la profundidad y el misterio de lo más oculto. Nuestros antepasados alucinaron con las ballenas que tan solo unos pocos relacionados con la mar veían por aquel entonces. Los nombres con que la llamaron durante siglos en diferentes partes del mundo, ya hablan por si solos: Dragón, Monstruo Marino, Pez Gigante, Serpiente de cola bífida, El más Grande, etc.
La ballena y las mujeres siempre han estado relacionadas en todas las leyendas y mitos de los pueblos marineros que durante milenios se han alimentado y montado su vida alrededor de la ballena. Algunas de estas tribus balleneras del norte describen el alma de la mujer y la de la ballena, como si fueran una sola. En estas tribus cuando los hombres cazan a la ballena jorobada, sus mujeres permanecen inmóviles y pasivas, en un estado de magia chamánica. Esta ceremonia se hace con el fin de que la ballena que están persiguiendo sus hombres, se rinda y se deje capturar, con el fin de que en todos los hogares de la tribu haya alimento y sustento.
La atracción del ser humano por la ballena no tiene que extrañarnos, ya que estos mamíferos tienen enormes capacidades y cualidades. El torcuaz azul y sus 30 metros de largo con un total de 200 toneladas, es la criatura más grande del Planeta Tierra. El cachalote posee el cerebro más grande de todos los cerebros existentes. Y a pesar de sus enormes dimensiones, las células que forman el cerebro de estos mamíferos acuáticos, no difieren mucho de las células del cerebro humano. Dicho parecido nos hace volar la imaginación y pensar que sus cerebros también pueden tener Conciencia y conocer lo que es la compasión y el amor.
Las ballenas se reconocen a si mismas, se comunican, se expresan, duermen, sueñan, juegan y aprenden, solo que dentro del agua. Recorren enormes distancias con un sentido de la orientación sin igual, como si del mejor de los GPS se tratara . El respeto hacia la ballena por parte de la raza humana tendría que ser total y sin embargo la hemos estado tratando como si fuera un animal inferior al que se le puede hincar el diente. Una gran equivocación.
Por otra parte un macabro juego juvenil cuyo premio final es la muerte esta llevando al suicidio a jóvenes de todo el mundo. Unos jóvenes que no saben a que han venido. Unos jóvenes que no valoran la experiencia que estamos haciendo en este mundo y deciden "cortar por lo sano". Unos jóvenes que creen imitar el comportamiento del animal más grande del mundo, pensando que obrando de este modo ellos también podrán ser grandes. El fenómeno denominado "ballena azul" tendría que hacer reflexionar a educadores y dirigentes sociales. Este tipo de cuestiones tendrían que estar mucho más presentes en la lista de "las verguenzas del ser humano en pleno siglo 21".
Muy poco a poco los hombres y mujeres van tomando consciencia de que las ballenas puede ser que tambien sean unos seres que han venido al Planeta Tierra a experimentar y conocer la dualidad. Una dualidad idéntica a la nuestra,... solamente que algo más acuática y profunda, muy profunda.
Nos vemos en las profundidades.
Saludos a mama ballena.
Johnny McClue 2017