Para poder hablar del mal de ojo, quién mejor que nuestro querido tío Fernando. No hay mejor experto para poder aclarar este entuerto. Nos decía que, siglos atrás, el marqués de Villena ya lo afirmaba de este modo tan medieval:
"Hay algunas personas, un tanto venenosas en su complisión que, por vista sola, empezoñan todo el aire y a quien aquel aire tañe, o lo reciben por atracción respirativa".A esta propiedad se le llama aojar.
Los únicos que se escapan al mal de ojo son los animales. Según el maestro Ciruelo:
"esto es debido a que aunque los miren de cerca o de lejos, no se les puede dañar la vista del hombre o mujer doliente. Pero en ocasiones los animales brutos pueden llegar a sacar provecho de lo que para el hombre hubiera sido una desgracia".Pero dentro del ser humano los seres mas vulnerables a ser aojados son los niños y niñas de corta edad. El gran Castañeda nos confirma este hecho:
"Los niños y niñas corren mas peligro por ser ternecitos y tener la sangre tan delgada".
Para poder proteger a todas estas criaturas tan jóvenes e inocentes, Castañeda nos recomienda pegar en la frente del niño sus propios cabellos, con el fin de que actúen como una coraza protectora en una de las partes mas sensibles a recibir el aojamiento: la frente. Otro truco consiste en proteger otra de las partes más vulnerables del infante, el entrecejo. Pero para el entrecejo, ya no sirven los cabellos, es necesario pegar pequeños trozos de espejos. Con los diminutos trozos de espejos pegados en la parte superior de la nariz y entre las cejas del chaval, el aojador no puede concentrarse ante tantos reflejos y mal de ojo que intenta provocar no penetra ni se aposenta dentro del niño o niña protegido con trozos de espejos..
Covarrubias nos cuenta un sistema para proteger a los infantes con antelación: "Hay que pasar por los ojos de los niños, unos ojos de gato montés. Pero para que esta protección funcione a la perfección, es necesario efectuarla antes de que el niño aprenda a hablar. Este remedio no sirve cuando los niños y niñas empiezan a gestionar y pronunciar las primeras palabras".
Como protección al mal de ojo, Covarrubias nos aconseja los siguientes métodos:
- Cuentas de ámbar
- Ramillos de coral
- Piezas de cristal y azabache
- Raíz de peonía
- Nuez de plata con azogue
- Castaña marina
Uno de los pueblos que más temían al mal de ojo eran los moros en tiempo de la Reconquista. Cuando un moro se creía victima de un aojamiento, recurría al agua de Almanchicén y a colgarse del cuello granos de peonía.
No siempre servían las protecciones y en muchos casos el sujeto era victima del aojamiento, por lo que había que actuar con otro tipo de procedimientos. Uno de los procedimientos mas antiguos y famosos, requería por parte del curandero, de un gran dominio del arte de bostezar. Así nos lo cuenta el marqués de Villena:
"Hay que bostezar en nombre del enfermo, muchas y muchas veces, hasta que de tanto bostezar crujan las varillas".
Otros remedios populares para los afectados consistía en llevar hojas de albahaca en la orejas, o hacerse una sortija con las uñas de un asno doméstico.
El marqués de Villena explicaba un sistema para averiguar si el sujeto estaba aojado. Se trata de un sistema que ha resistido el paso de los siglos y que actualmente es utilizado por cantidad de sanadores y curanderos:
Otro sistema utilizado para conocer si el sujeto estaba aojado, consistía en analizar las figuras que se formaban sobre el agua al verter unas gotas de aceite. Pero como en todas estas cosas, no podía utilizarse cualquier agua, ni tampoco cualquier aceite. El agua tenía que ser de un manantial o fuente sagrada como la de la Fuente de la Piña de la ciudad del Vaticano. Los mejores aceites para estos menesteres adivinatorios eran los aceites que ya estaban consagrados por la iglesia.
"Los investigadores lanzan una clara de huevo dentro de un vaso con agua que levanta astíles y figuras en el agua que se parecen a personas. Con la figuras que se formaban se sabía si el sujeto estaba aojado, de que modo y porque personas".
Otro sistema utilizado para conocer si el sujeto estaba aojado, consistía en analizar las figuras que se formaban sobre el agua al verter unas gotas de aceite. Pero como en todas estas cosas, no podía utilizarse cualquier agua, ni tampoco cualquier aceite. El agua tenía que ser de un manantial o fuente sagrada como la de la Fuente de la Piña de la ciudad del Vaticano. Los mejores aceites para estos menesteres adivinatorios eran los aceites que ya estaban consagrados por la iglesia.
En muchos países del Próximo Oriente existe una protección especialmente extendida en Grecia y Turquia. Nos referimos al amuleto denominado "ojo turco" o "ojo griego", también conocido como "nazar". Nazar en idioma turco significa "abalorio del mal de ojo". Se trata de un abalorio en forma de gota plana con la figura de un ojo en su interior al que se le atribuyen fuerzas protectoras contra el mal de ojo y demás energías negativas.
En Egipto y Babilonia ya se contaba que los malos sentimientos de las personas se proyectan a través de su mirada, ya que los ojos son la parte más expresiva del ser humano. También esta relacionado directamente con la envidia. Veamos como lo define en la actualidad un profesional del taxi en la Atenas del siglo 21:
Tiene un coche nuevo y el vecino dice que: "Que coche tan bueno".
Más tarde el coche pasa una avería ó un accidente. Entonces él echó un "nazar" porque cuando lo dijo tenía envidia o mal sentimiento y quería ocultarlo. Para evitar estas situaciones hay que ponerse un mal de ojo. Eso puede pasar a un niño, o un animal etc.
Por eso después de decir "Que coche tan bueno" también hay que decir " Mashallah, nazar deymesin - No lo pegue mal de ojo"
De modo que es usual llevar un ojo turco como protección. La gente acostumbra usarlos en el cuerpo, con collares, pulseras, zarcillos o tobilleras, así como colocarlos en el sitio de trabajo, en el carro, los teléfonos celulares o en la puerta de la casa. Es también común ponerles un ojo turco a los bebés recién nacidos como medida de protección. Incluso, actualmente, una compañía de aviación comercial turca lleva el emblema del ojo en su coleta, lo que recuerda los tiempos antiguos, cuando se colocaban en las embarcaciones.
El ojo turco tiene la forma de una gota, es plano, y suele ser fabricado a mano con cristales de colores. Está formado por una serie de círculos concéntricos que suelen ser, de dentro hacia fuera, negro o azul oscuro, azul claro, blanco y azul oscuro. No obstante, los colores podrán variar según la intención con que se lleve el amuleto.
Significado de los colores en el ojo turco
- El azul, asociado al agua, es el signo del buen Karma, se vincula a las buenas energías y a la protección contra el mal de ojo. Es el color más tradicional del ojo turco.
- El azul claro se vincula con el color del cielo; simboliza la verdad y ofrece directa protección frente al mal de ojo.
- El rojo, relacionado con la sangre y el amor, es el color de la energía, el poder y la determinación, así como de la pasión y el deseo.
- El amarillo, color del sol, simboliza la fuerza y la vitalidad; es el color de la salud y el vigor físico.
- El verde es el color de la naturaleza; simboliza la esperanza y el crecimiento personal.
- El blanco se asocia a la luz; simboliza la bondad, la inocencia; es el color de la perfección, que limpia y purifica energías negativas y las transforma en positivas.
- El morado es el color de la nobleza; simboliza el poder y la ambición y se asocia, también, a cualidades como la sabiduría, la dignidad, la independencia, la creatividad, el misterio y la magia.
Los ojos de turco o ojos griegos también están relacionados con otro símbolo ancestral de la antigüedad: el árbol.
La tradición se ha convertido en la actualidad en una moda que en el sector de la joyería y bisutería, mueve millones y millones. Hasta la madre del actual rey es una entusiasta de usar este tipo concreto de colgantes. Algunos la tachan de supersticiosa, mientras los que la defienden dicen que solo va a la moda.
Nosotros en esta cuestión de Sofía y el mal de ojo, ni entramos ni salimos. Pero hay un detalle a tener en cuenta, es el colgante que utiliza cuando se viste para ir a visitar a un familiar suyo, internado en una clínica u hospital. Ante tanto pasillo con enfermos y dolientes, mejor ir bien protegida. Al ser de la familia real griega, tiene que cumplir con el ritual y dar ejemplo. Como podemos apreciar en las fotos, los ojos griegos de Sofía cuando son pequeños son de variados colores, pero porta un ojo azul mucho mas mayor en tamaño.
Cuando la dama se ha desplazado a un Hospital o una clínica, los ojos griegos siempre han estado presentes. Sea para ir a ver a su esposo recién operado, sea por el nacimiento de sus nietos, se ha presentado con ojos en todos los sitios.
Pero los últimos desgraciados acontecimientos dentro de la familia real dan pie a pensar que los amuletos colgantes de Sofía son falsos o están caducados. Últimamente Alberto Canosa ya ha intentado ponerse en contacto con ella para darle un golpe de mano, pero nuestras últimas informaciones nos indican que la Casa Real ha pasado de contactar con Canosa.
Por fin entendemos lo ocurrido, Canosa no sale por la tele por que un gigante, desde el interior de una roca en estado de letargo, le ha tirado un mal de ojo. Molaría que alguno de sus guerrilleros lo avisara y le explicara el truco del almendruco.
Alberto, compra en ebay un ojo turco !!!
PAZ
Johnny McClue 2015
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