jueves, 14 de diciembre de 2017

Primero fuimos vegetarianos, pero nos inundamos y nos pasamos a las barbacoas de carne


En el libro de donde nacen las 3 principales religiones monoteístas del Planeta, que dicen es sagrado, se cuenta que los seres humanos nunca se alimentaron del mismo modo. De forma clara y concisa se relata que al principio Dios creó a un ser humano que solamente se alimentaba de vegetales y frutos. Los primeros seres humanos fueron durante mucho tiempo vegetarianos y no empezaron a comer carne hasta que aparecieron en escena el Diluvio Universal, Noé con su Arca y el famoso Arco Iris.


Es en el Génesis que encontramos estas dos etapas de la alimentación humana claramente diferenciadas. En primer lugar el ser humano y el resto de animales, sin excepción, eran vegetarianos.  En Génesis Cap. I vers. 29 y 30, bien claro queda explicado que, hasta las más terribles fieras de la tierra, solamente se alimentaban de vegetales:
29.- Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30.- Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fue así.
Pero más tarde observamos como, tras el Diluvio, la descendencia de Noé recibe ciertos privilegios por parte del Todopoderoso que les indica seguir otras directrices mucho más carnívoras. Esta diferente forma en que el ser humano se alimenta la encontramos declarada y dictada en el principio del Capítulo 9 del Génesis versículos 1, 2 y 3:

1.- Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad, multiplicaos y henchid la tierra; 2.- y el temor y el miedo de vosotros estarán en todo animal de la tierra, y en toda ave de los cielos, en todo lo que se mueve en la tierra y en todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados. 3.- Todo lo que se mueve y vive os será para alimento, así como las legumbres y hierbas; os lo he dado todo
En el Génesis el cambio en las costumbres alimenticias del ser humano es brutal y no deja lugar a dudas. Los primeros solo eran vegetarianos, pero a partir del Arca, los humanos tienen derecho a comer todo lo que se menea por la tierra, por el aire y por las aguas. En este cambio alimentario el Todopoderoso solamente pone una condición que no deja de ser muy, pero que muy, sospechosa. Dicho pasaje lo encontramos como continuación del Capítulo 9 en sus siguientes dos versículos, el 4 y 5:
4.- Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5.- Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré y de manos del hombre; de manos del prójimo de todo hombre demandaré la vida.
Como habéis podido comprobar, el Todopoderoso reclama toda la sangre para él y deja la carne para que sirva como alimento a los seres humanos. La afición de los dioses por la sangre de los seres vivos del Planeta Tierra, viene de muy lejos. Encontramos ritos de sacrificios por doquier, no solamente la Biblia nos habla de este tema. A lo largo del Planeta la lista de civilizaciones y culturas relacionadas con sacrificios a los dioses es inmensa. En algunas civilizaciones los sacrificios son de animales, en otras los sacrificados son hombres y mujeres, pero todas ellas tienen dos elementos fundamentales que las relacionan: muerte y sangre.









Estamos ante unos repugnantes sacrificios donde la juventud, inocencia y virginidad de la víctima, han sido los protagonistas preferidos en muchas de las culturas que han practicado este tipo de ritos tan aberrante. Los sacrificios de bebés del pueblo fenicio a su dios Moloch es uno de los ejemplos sucedidos en la Península Ibérica que los libros de historia reconocen.

Mucho antes que en Transilvania el Conde Drácula hiciera de las suyas, los "chupacabras" se engordaban a base de sangre de Norte a Sur. Los sacrificios sangrientos de toda índole, parecen gustar y dar placer a unos que, a la tercera dimensión, vienen en calidad de turistas. Y es que cuando el río suena,.................




Los seres humanos tenemos que rectificar en muchas cosas con las que hemos sido engañados y estafados. Ya va siendo hora de dejar de experimentar el color rojo,... y concentrarnos en experimentar con el azul. Molaría no retrasar más esta cuestión del color rojo, en la que la humanidad esta atrapada desde hace un puñado de milenios.

El gran pintor llamado "El Bosco" en el siglo XVI ya tenía muy claro que el rojo era el color que llevaba a los hombres y mujeres a cometer todo tipo de pecados. La parte central del tríptico del Jardín de las Delicias, es una excelente muestra de este conocimiento cromático ancestral por parte del gran pintor holandés. 

Nos dieron permiso para pasar de vegetarianos a carnívoros, bajo una sola condición: la sangre queda reservada a unos que dictan las normas y mandan desde que empezó a llover mucho,... y el Planeta se inundó.


Johnny McClue 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario