El símbolo del caracol y el símbolo de la caracola

En simbología conviene diferenciar entre caracol y caracola. Cuando hablamos del símbolo del caracol, nos estamos refiriendo al ser vivo ubicado dentro de una concha que lo protege. Cuando nos referimos al símbolo de la caracola, nos estamos refiriendo a solamente la concha del animal que un día llegó a vivir allí dentro.

El símbolo del caracol

En muchas culturas del Planeta a lo largo de la historia, el caracol se le ha relacionado con  el hogar y la protección ante las adversidades. Nuestra casa es uno de los lugares donde nos sentimos más protegidos desde tierna edad. Llevar la casa acuestas equivale a estar siempre protegido. Bajo este contexto, los caracoles están jugando la partida con una carta debajo la manga.

Los dos cuernos que poseen los caracoles pueden asomarse o esconderse a voluntad, lo mismo que hace la Luna por las noches, por lo que en muchas culturas el caracol es un símbolo lunar y representa la renovación constante de las cosas.

El caracol simboliza la regeneración y el perpetuo retorno del mundo dual en dónde estamos.

La Luna y el caracol van de la mano y los modernos tratados de historia empiezan a encajar todas las piezas:

"El caracol es el lugar dónde ocurre la teofanía lunar, como lo prueba la antigua religión mejicana , en la que el dios de la luna, Tecsizetecalt, se representa encerrado en una concha de caracol."

El caracol y el ciclo de Mama Natura estan estrechamente ligados. De muy pequeños ya aprendemos que los caracoles "salen de paseo" cuando ha llovido. Sin lugar a dudas es un animal que gusta de las humedades y que cuando el clima es seco se encierran en su casa esperando un próximo chaparrón.

Muchos curanderos y curanderas utilizan los caracoles vivos para curar cierto tipo de deformaciones cutáneas. Pero en estos casos no sirve cualquier caracol y tu sales de la consulta del curandero con las manos vacías. Mama Natura es la encargada de enviar la solución adecuada a cada caso y el curandero solamente nos indica de que forma hay que proceder. Hay que estar atento y esperar a que los próximos días un caracol se cruce en tu camino. Es aquel, y no otro, el caracol que hay que colocar encima de la piel de la parte dañada para que la deformación desaparezca de forma rápida y sorprendente.

Una buena amiga de mi juventud tuvo hace años un grave problema en uno de sus pies que le hizo recorrer sin ningún resultado positivo todos los centros especializados en este tipo de cuestiones cutáneas. No era un grano, no era una peca, no era una verruga,... era una cosa muy jodidamente asquerosa y fea.

Cansada de no solucionar el problema con tanto médico especialista, mi amiga fue a visitar a una curandera que le contó las propiedades que tenía un caracol, que no era un caracol cualquiera. Era un caracol muy especial que tenía que cruzarse próximamente con su vida con el fin de solucionarle aquel defecto cutáneo, como así fue. Es una de aquellas historias que la creo porque la presencie, ya que de lo contrario más bien parece un cuento de un charlatán.

El caracol, al igual que los moluscos, forma parte de los animales relacionados con el simbolismo sexual femenino por su parecido con la vulva y por sus secreciones babosas. En la cultura azteca y en la India el caracol simboliza la concepción, el embarazo y el parto. La fecundidad y la maternidad son unas excelentes compañeras del caracol.

La feminidad y el caracol ocupan el mismo lugar dentro de nuestras mentes. Solemos imaginarnos que el ser que vive dentro de la concha es un ser femenino. Un lugar así, solamente nos parece que puede estar ocupado por un ser de género femenino. Pero la naturaleza no piensa como los seres humanos y ha querido que los caracoles sean hermafroditas.

Con la casa acuestas y hermafroditas,... hay que reconocer que estos animales salen de fábrica muy bien equipados.

En el cristianismo el caracol simboliza la resurección porque cada primavera rompe la tapa de su concha e inicia un nuevo ciclo. El hecho de ser un animal con la casa acuestas, lo relaciona con nuestro hogar y lo convierte en un perfecto representante de todos los aficionados a llevar su casa acuestas.

La relación del caracol con el espiral, es más que evidente. La forma helocoidal del caracol terrestre o marino constituye un glifo universal de la temporalidad o la permanencia del ser a través de las fructuaciones del cambio. 

El símbolo de la caracola

El simbolismo de la caracola abarca dos aspectos principales: su relación con las aguas primordiales y su utilización como instrumento sonoro. La caracola simboliza los grandes viajes, las grandes evoluciones, tanto interiores, como exteriores.

En muchos pueblos y culturas las caracolas han sido utilizados como adornos y amuletos relacionados con la fecundidad. También se han utilizado como símbolo de riqueza y perpetuidad

El sonido que emite una caracola produce cierto pánico y terror, por tal motivo fueron muy utilizadas en muchas guerras y confrontaciones en la antigüedad. En la India se dice que el sonido de la caracola estremece el cielo y la tierra, mientras desgarra los corazones de los enemigos.

En la actualidad su sonido se sigue escuchando en el Tibet, en América y en algunas ceremonias maoríes. Suele ser una de las atracciones que los nativos realizan a los turistas que tienen la suerte de poder viajar a tierras lejanas.

Entre los mayas la caracola al principio de los tiempos, lleva a la tierra naciente sobre el lomo de un cocodrilo monstruoso que emerge de las aguas cósmicas. Para los mayas la caracola simboliza el mundo subterráneo y el reino de los muertos. La forma de una concha añadida a un glifo solar, representa el Sol Negro.
Estamos ante el Sol realizando sus funciones nocturnas, cuando visita los mundos de abajo.

La caracola tibetana, junto a otros instrumentos, se utiliza como medio para aniquilar y conmocionar todo lo mental, con el fin de prepararnos para percibir en nuestro interior el sonido natural de la Verdad. 

La caracola tambien es utilizada en muchas ceremonias funerarias como instrumento musical que acompaña a todo el séquito. Se dice que la caracola en su interior conserva dos cosas: el sonido y la perla.

El sonido que emite se considera un sonido primordial que el ser humano lo ha relacionado con el monosílabo "aum". En China la caracola simboliza prosperidad y suerte, por tal motivo, solían acompañar a los emperadores.

Las caracolas también constantemente nos recuerdan el lugar de dónde proceden. Solamente tenemos que aproximar la a una de nuestras orejas para poder escuchar el océano en toda su magnificencia. ¿Quién de pequeño no ha experimentado dicha sensación?

La caracola se relaciona de forma directa con el elemento Agua y suelen ser representadas en colores claros relacionados con la Luna. Es el atributo de Varuna, el señor de las aguas. Se dice que la caracola encierra los veda durante los periodos de pralaya que separan dos ciclos de manifestación. La caracola contiene el germen y las posibilidades para que un futuro ciclo pueda iniciarse.

La caracola como atributo de Varuna tiene una particularidad que en simbología es muy importante: siempre sostiene la caracola con una de sus manos de su lado izquierdo (atributo femenino). En todo oriente es común que la caracola sea uno de los atributos que los dioses portan en una de sus numerosas extremidades superiores.

Neptuno, el dios de los mares de la civilización occidental, también solemos verlo portando una senda caracola marina junto a su famoso tridente. La atracción que el ser humano siente por las grandes caracolas marinas es universal y muy extendida en las regiones situadas en el interior de los 5 continentes. Son regiones que están situadas muy lejos del mar y del océano, en donde una gran caracola parece proceder de "otra galaxia".

Que Afrodita naciera del interior de una caracola esta intimamente relacionado con el concepto "una buena concha es candidata a tener una buena perla". Venus y Afroditas salidas del interior de sendas espirales, no puede existir mejor parto.

El gran Salvador Dalí sintió una atracción muy especial hacia los caracoles. Muchos biógrafos de Dalí relacionan dicha atracción con Freud. Para Salvador Dalí los caracoles y las caracolas simbolizan a la dualidad a la perfección. Una de sus esculturas más populares nos muestra la gran admiración que el artista catalán sentía hacia la forma en espiral que la caracola exhibe de forma majestuosa.

Nos referimos a la escultura titulada "El caracol y el ángel".

Las formas heleicoidales manufacturadas por Mama Natura cautivaron desde niño a Salvador Dalí que las buscaba cerca de su casa por las playas, rocas y acantilados del Cabo de Creus. En sus cuadros la relación "Luna - Caracola" queda claramente reflejada.

Las caracolas han inspirado a todo tipo de artistas y su imaginación ha volado hasta lugares insospechados creando obras de arte por doquier:

Con tantas características positivas, no es de extrañar que algunos seres humanos hayan querido vivir dentro de una caracola.

Contra gustos no hay disputas:

Hasta aquí este artículo tan caracoleado que me complace terminar con un proverbio popular que da mucho que pensar:

"Mientras pienso
un caracol
me pasa de largo"

Johnny McClue 2018