lunes, 27 de agosto de 2018

Cuernos y Unicornios


El cuerno tiene el sentido primitivo de elevación, poder y eminencia. El simbolismo del cuerno esta ligado a Apolo-Karneiros, Dionisio y Alejandro Magno. En el Libro de los Muertos encontramos al "Señor de los Cuernos" en referencia al famoso carnero Amón.

La asociación de la Luna con el cuerno ha sido notoria en muchas civilizaciones. Los sumerios fueron de los primeros pueblos que relacionaron el cuerno con la Luna. Entre los hindúes dicha relación sigue teniendo gran importancia. En Camboya la Luna es llamada "el cuerno perfecto". En el Mahahharata se nombra al "cuerno de Shiva", ya que Shiva se identifica con su propia montura, un toro.

En la antigüedad los grandes cuernos de las especies bovinas se relacionaron con la fecundidad y la mujer. Podríamos decir que para el hombre primitivo, un gran cuerno era una excelente representación de Mama Natura. En todas las culturas neolíticas uno de los ídolos más preciados siempre tenía forma bovina y una estrecha relación con la Gran Diosa de la fertilidad que cada cultura neolítica desarrolló.

El cuerno nos evoca la grandeza de la fuerza de la vida, el milagro de la creación periódica y de la vida inagotable. Todas las grandes divinidades relacionadas con la fecundidad suelen utilizar como atributo el símbolo del cuerno.

El cuerno simboliza la majestad y los beneficios que otorga el poder real. Por tal motivo Dionisios y Alejandro Magno suelen ser representados con dos cuernos como reconocimiento a su gran poder y genialidad. 


La potencia viril ha estado representada en muchas culturas a través de un cuerno. En hebreo la palabra "queren" significa a la vez cuerno, poder y fuerza. En sánscrito y en latín también encontramos los mismos significados.

El cuerno también es considerado un gran trofeo relacionado con la valentía, la pericia y el valor. Muchos guerreros han llevado cuernos incrustados en sus cascos como muestra de virilidad, valentía y poder frente al enemigo. Los soldados romanos victoriosos lucían un "corniculum" en su casco como muestra de su valentía y pericia en la batalla. Bajo este contexto, podríamos comparar los cuernos con las medallas que en la actualidad los militares lucen en sus pechos.

Muchos pueblos son los que utilizaron los cuernos como amuletos frente a ejércitos enemigos invasores. El altar israeli de los sacrificios tenía cuatro cuernos de enormes dimensiones. Cada uno de los 4 cuernos apuntaba a los 4 puntos cardinales, simbolizando la omnipotencia de Dios en todas las regiones de la tierra.

En Siberia los cuernos suelen estar presentes en los estampados de las telas que utilizan para vestir los chamanes. Las cornamentas de los cérvidos parecen desempeñar un papel equivalente al de las alas de los búhos reales que ornan los trajes chamánicos de los samoyedo, tungús y yeniseyanos.

Las primeras culturas que utilizaron los cuernos como recipientes para beber, fueron las orientales. Los griegos adoptaron de oriente esta costumbre con el denominado "Rhyton", cuerno para beber que solían estar finamente esculpidos y decorados.


En las tradiciones celtas se habla de un personaje llamado Conganchnes que literalmente significa piel de cuerno. Se decía que se trataba de un ser invulnerable que ninguna fuerza lo podía dañar. Pero como el famoso Aquiles, este ser céltico de piel dura tenía un lugar totalmente vulnerable y desprotegido: la planta de sus pies.

En mitología uno de los cuernos más famoso es el "cuerno de la abundancia" que simboliza la profusión gratuita de los dones divinos. Es Júpiter (Zeus) quien jugando rompe el cuerno de la cabra que lo estaba criando. Júpiter ofreció dicho cuerno a su nodriza Amaltea, prometiéndole que el cuerno se llenaría en lo sucesivo de todos los frutos que ella deseara.

Con el paso del tiempo el cuerno de la abundancia se ha convertido en atributo de una felicidad material donde uno vive pensando que nada le falta. Podríamos compararlo a ganar un gran premio de lotería.

El símbolo del cuerno tiene una parte negativa al ser uno de los atributos de los demonios y del diablo que los comanda. La carta del Tarot con el número 15 esta dedicada a este señor con cuernos que nos manipula y nos tiene encadenados a sus pies. En el artículo dedicado al número 15, ya intentamos contar la historia de esta carta del Tarot tan relacionada con el pentagrama.

El cuerno es uno de los protagonistas del libro del Apocalipsis cuando la Bestia aparece con sus famosas 7 cabezas, sus 10 cuernos y sus 10 diademas. En la iconografía cristiana el cuerno, el mal, la Bestia y el diablo van de la mano. En el imaginario colectivo el cuerno es uno de los atributos que debe tener todo monstruo que se precie, con Satanás a la cabeza.


El cuerno es una excelente representación del mundo dual en dónde experimentamos y vivimos. Por su forma, el cuerno representa un principio activo masculino con el que poder penetrar. Pero por su abertura en forma de lira con capacidad para recibir y guardar, el cuerno se nos presenta también como un principio pasivo y femenino. Sin lugar a dudas, el cuerno es uno de los símbolos más ambivalentes.

La dualidad y los cuernos van a pares. En esta vida lo normal es que los animales tengan un par de cuernos. No es de extrañar que el unicornio haya de hecho correr tantos y tantos ríos de tinta, por tratarse de un animal que solamente posee un cuerno en medio de la frente. El unicornio simboliza la espada de Dios, el rayo solar, la revelación divina y la penetración de todo lo relacionado con el reino de los cielos.

En la iconografía cristiana el unicornio representa a la Virgen fecundada por el espíritu Santo. El mito del unicornio es el de la fascinación que la pureza sigue ejerciendo en los corazones corrompidos. El cuerno de un unicornio aparta las aguas contaminadas, detecta todos los venenos y solamente puede ser tocado por una mujer virgen.

Durante la Edad Media se contaba que un unicornio solamente podía ser capturado con el ardid de una doncella y el perfume de su leche virginal. Según se contaba, el unicornio al oler la leche virginal quedaba profundamente dormido.  A lo largo de la historia, el unicornio se nos presenta como una gran fuerza sobrenatural que surge de lo que es puro e inocente.


El gran Salvador Dalí fue un gran devoto y amante de la leyenda del unicornio. Son diversas las pinturas y esculturas de Dalí donde el unicornio es protagonista principal. Una de las más conocidas es la pintura titulada "Joven virgen sodomizada por su propia castidad", donde el unicornio se mantiene en relación a la castidad, siendo la virgen la que permanece como culpable de la desgracia que todos los hombres sufren.

Según el artista catalán, el cuerno del rinoceronte y el unicornio eran "primos-hermanos":
"El cuerno del rinoceronte es en realidad el cuerno del legendario unicornio, símbolo de la castidad. La joven dama puede escoger si apoyarse en él o jugar moralmente con él, tal y como se hacía en la época de los amores cortesanos."
Una de las esculturas de Salvador Dalí más famosas es la del "Unicornio" por formar parte  fundamental de las muestras itinerantes del artista catalán que han recorrido medio mundo. En esta obra el largo cuerno penetra un grueso muro de ladrillos, mientras que una mujer en actitud pasiva permanece tendida junto a las 4 patas del animal. El largo cuerno del animal gotea sangre tras impactar contra la pared y producir un agujero en forma de corazón.


En la actualidad los cuernos han tomado un nuevo significado para todas las parejas que se prometieron y juraron lealtad. Nos referimos a la famosa frase de "poner los cuernos", donde la lealtad y el respeto se van al carajo por que la mentira y el engaño entran en escena.

Las telenovelas suelen ser uno de los lugares donde los actores se van poniendo los cuernos a diestro y siniestro. Los expertos en estas cuestiones infieles afirman que existen diferentes categorías a la hora de poder poner unos buenos cuernos.

Según parece, no todos los cuernos son iguales!!!!.


Johnny McClue 2018 

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