lunes, 25 de julio de 2022

La Rueda de la Fortuna que nunca rueda del Dalí Tarot


 En el artículo de hoy vamos a analizar la especial versión de la carta del Tarot número 10, llamada La Rueda de la Fortuna, que Salvador Dalí diseñó para su baraja del Tarot. Justamente una prestigiosa editorial alemana, acaba de salir al mercado internacional una nueva edición del juego completo de cartas del Tarot en versión "Made in Dalí".

La historia del diseño de estas cartas por Salvador Dalí es poco conocida y esta repleta de leyendas. Veamos como presenta la historia de mazo de Tarot surrealista, la nueva edición alemana:

"Simbolismo y surrealismo en la baraja de Tarot diseñada por Salvador Dalí. Cuenta la leyenda que durante los preparativos de la película de James Bond titulada "Vive y deja morir", el productor del film, Albert Broccoli encargó al maestro surrealista Salvador Dalí que diseñara una baraja de cartas del Tarot. Inspirado probablemente por Gala, que alimentó su interés por el misticismo, Dalí se puso manos a la obra. El proyecto entusiasmó tanto a Dalí que siguió con el aun cuando el acuerdo con el productor finalmente no llegó a concretarse. Los diseños fueron publicados en 1984 en una edición de arte limitada que se agotó rápidamente y que fue la culpable de que Dalí se convirtiera en el primer pintor de prestigio que creó una baraja del Tarot personalizada completamente surrealista."

Tras esta breve introducción, pasemos a concentrarnos en el análisis simbólico de la carta número 10 denominada la Rueda de la Fortuna que Salvador Dalí realizó en su personal interpretación del juego del Tarot. Los que queráis profundizar con la relación existente entre La Rueda de la Fortuna y el número 10 podéis leer el artículo que dedicamos al número 10.

La Rueda de la Fortuna suele representarse como una rueda con radios que gira mediante una manivela. La Rueda de la Fortuna es uno de los símbolos que se utiliza desde la noche de los tiempos y durante el Imperio Romano fue uno de los atributos de la diosa Fortuna, tal y como vemos en la ilustración en blanco y negro de la derecha. En el artículo que dedicamos al símbolo de la Rueda de la Vida de las culturas asiáticas, ya compartimos la visión oriental de La Rueda de la Fortuna.

En muchos libros iluminados medievales, la Rueda de la Fortuna suele estar representada como alegoría de que en la vida la buena suerte se va alternando con la mala suerte. La Rueda de la Fortuna hace referencia a los ciclos de la vida en que estamos inmersos como el ciclo que forman las 4 estaciones a lo largo del año. Desde los primeros tiempos los hombres se dieron cuenta de la importancia de estos ciclos.
He aquí algunos bonitos y curiosos ejemplos:




Salvador Dalí siempre tuvo una especial predilección por las obras artísticas medievales, donde la Rueda de la Fortuna era un tema habitual. No es de extrañar que esta versión de la Rueda de la Fortuna  fuera para Dalí una de las cartas del Tarot más trabajada y elaborada. En el artículo dedicado al número diez, ya compartimos el significado simbólico de la carta del Tarot número 10 correspondiente a La Rueda de la Fortuna.

En las versiones tradicionales de la carta 10 del Tarot, cada una de las 4 esquinas suele estar presidida por los símbolos representativos de los 4 Evangelistas del Nuevo Testamento y en lo alto de la rueda suelen mostrar una esfinge alada portando una espada. Recordamos que en simbología los 4 Evangelistas representan las 4 estaciones del año y los 4 Elementos Fundamentales de la naturaleza. He aquí tres ejemplos:


Y esta es la versión que Salvador Dalí realizó de la Rueda de la Fortuna para su Tarot, donde los radios y la manivela brillan por su ausencia:


La rueda que aparece en la versión de Salvador Dalí sorprende desde el primer momento, ya que difiere notablemente del resto de las ruedas utilizadas en las versiones de otros autores de la carta número diez del Tarot. El propio Dalí en la confección del diseño de esta carta podía haber aprovechado alguna de las numerosas ruedas pintadas a lo largo de su carrera. He aquí un ejemplo de la obra titulada "Buena Fortuna y Fortuna":


Sin lugar a dudas, Salvador Dalí debió tener importantes motivos para que la rueda de su carta carezca de radios y manivela. En este artículo vamos a intentar descifrar la misteriosa Rueda de la Fortuna que Dalí nos presenta en su flamante Tarot.

En la banda dorada superior de esta carta de Dalí, encontramos escrito en inglés el equivalente al idioma español, junto el símbolo de la letra hebrea "iod" y la X que en números romanos nos recuerda que el número de esta carta es el 10. En el sistema cabalístico hebreo, la letra "iod" tiene un valor numérico de 10 y representa al dedo índice.

En la banda dorada inferior, junto a La rueda de la Fortuna volvemos a encontrar, a la izquierda, otra X, y a la derecha el signo astrológico de Capricornio que rige a la carta del Tarot con el número 10.

En la versión de Dalí para su Tarot, la rueda con los radios es sustituida por una circunferencia muy especial que aparenta poder ser una carta astral. Simbólicamente hablando, es muy curioso la ausencia de la manivela y eje central. Tenemos que empezar a considerar la posibilidad de que la rueda de Salvador Dalí permanece siempre en la misma posición.

Lo primero que nos llama la atención son las tres figuras de la parte superior. En las versiones tradicionales, ya hemos dicho, que la parte superior de la rueda es ocupada por una esfinge alada que agarra una espada. La esfinge está relacionada con la vigilancia y la custodia de lugares especiales.



Pero Dalí sustituye la esfinge por un califa del antiguo imperio otomano con turbante y espada desenvainada, mientras que las dos alas de la esfinge Dalí las convierte en los dos ángeles que acompañan al califa a su izquierda y derecha. Los dos ángeles no parecen estar sujetos a la rueda, más bien parece que los ángeles tienen otro tipo de misión. Al igual que la esfinge, en simbología los ángeles suelen ejercer el papel de guardianes y protectores. Bajo este contexto podemos deducir que los dos ángeles están encargados de proteger el que ocupa la parte superior de la rueda. Empecemos pues por averiguar que demonios está haciendo un califa otomano en lo alto de la rueda de Dalí.

En uno de los tres artículos que dedicamos al análisis simbólico de La Batalla de Tetuán, ya explicamos que en diversas ocasiones a lo largo de su vida, el pintor de Figueras manifestó su absoluta convicción de poseer ADN de los pueblos del Norte de África. Salvador Dalí estaba seguro que por sus venas corría sangre árabe. Recordemos que en La Batalla de Tetuán los rostros de Gala y Dalí ocupan la parte central de la obra mientras los dos cabalgan desenvainando sus espadas portando sendos turbantes.


Si consultamos la distribución del apellido Dalí por todo el mundo nos damos cuenta de donde proviene el linaje Dalí. En la actualidad hay 69.228 personas cuyo apellido es Dalí y estos son los países con mayor porcentaje:
  1. Argelia con 21.867
  2. Siria con 7.643
  3. India con 7.018
  4. Túnez con 5.521
En la anterior lista España figura en una posición muy rezagada con solamente 293 españoles apellidados Dalí. Cualquier experto en estas cuestiones de nombres y apellidos le hubiera dicho a Salvador Dalí que su apellido proviene del Norte de África. No hay duda que Salvador Dalí conocía que sus orígenes no eran europeos.

No es de extrañar que el maestro de Figueras convirtiera la esfinge en un califa con turbante, del mismo modo que quiso figurar en el centro de la escena de su versión de La Batalla de Tetuán . Por otra parte, el bigote del califa que aparece en lo alto de La Rueda de la Fortuna tiene una forma muy especial que recuerda al bigote del propio Salvador Dalí. Y es que es lógico que cualquier amante del bigote cornudo sea un gran admirador del tipo de bigotes usados por los otomanos.
 
Sin lugar a dudas, uno de los símbolos representativos de Salvador Dalí es su engominado bigote con sus dos puntas apuntando hacia arriba. Es evidente que hay suficientes motivos para pensar que Salvador Dalí es el personaje que aparece en la parte superior de la rueda acompañado por dos ángeles que lo defienden para que ningún otro pueda ocupar su privilegiado lugar.

Ya hemos mencionado que sorprende que la rueda de Dalí sea tan diferente a las ruedas que encontramos en la carta de La Rueda de la Fortuna de los Tarots tradicionales. Se trata de una rueda sin radios, sin manivela, sin eje central y sin ningún tipo de soporte al suelo.

La rueda de Dalí está formada de forma evidente por dos semicircunferencias que no están pegadas de forma perfecta. Salvador Dalí era un experto en montar collages de todo tipo. Si hubiera querido, las dos semicircunferencias estarían pegadas de forma perfecta. No hay duda que Dalí quiso que nos fijáramos que su rueda afortunada estaba formada por dos partes.



Es como si Dalí nos quisiera advertir de que cada una de las dos partes son completamente diferentes y que entre ellas no hay nada en común. Por otra parte, si hubiera querido plasmar una circunferencia, hubiese utilizado una carta natal astrológica que hoy en día todas son circulares. No hay duda que en esta rueda de Dalí tenemos "gato encerrado".

Para poder averiguar el secreto de estas "dos semicircunferencias mal pegadas", es necesario que conozcamos la procedencia original de estas dos mitades de circunferencia. Se trata de dos ilustraciones pertenecientes al famoso "Libro de las Horas del Duque de Berry". Hace tiempo ya dedicamos un artículo a la gran importancia simbólica que tuvieron las obras literarias denominadas "Libro de Horas" durante la Edad Media.

Una parte de este libro contiene un calendario lunar formado por 12 semicírculos que muestran el estado de la Luna durante cada una de las lunaciones anuales. Cada lunación con su calendario semicircular es acompañada por una ilustración que nos muestra el estado de la naturaleza en cada uno de los 12 periodos. Pues bien, Dalí formó su Rueda de la Fortuna recortando las semicircunferencias correspondientes a los meses de Marzo para la parte inferior y al mes de Agosto para la parte superior.

MES DE MARZO DEL LIBRO DE LAS HORAS DEL DUQUE DE BERRY

Esta es la lámina de la parte inferior de la rueda correspondiente al mes de Marzo con la ilustración que nos cuenta que es tiempo de preparar la tierra para sembrar. En la ilustración observamos que en el cielo estrellado del centro del semicírculo, la escena ocurre entre los signos de Piscis y Aries, mientras que en el centro lo ocupa el carro del Sol. Se aprecia de forma clara que los días correspondientes al calendario están repletos de signos y medias lunas. Salvador Dalí con sus tijeras recortó el semicírculo con el fin de que fuera la mitad inferior de su rueda de la fortuna.

A la hora de confeccionar sus collages, Dalí utilizaba cualquier trozo de imagen recortada que encajara con su creación.

Un buen ejemplo de ello es el castillo que colocó en la parte superior de su particular versión de la carta del Tarot del ocho de espadas.

¿Reconoceis el castillo que aparece delante de las espadas pintadas por Dalí para confeccionar la carta del ocho de espadas representada en la imagen de la derecha?

Efectivamente, es una parte del castillo de la lámina del mes de marzo del Libro de las Horas del Duque Berry. Salvador Dalí lo recortó para que formara parte de una de las cartas de su Dalí Tarot. Y es que en esta vida es importante saber sacarle partido a lo todos los pedazos, pero la mayoría los ignoran y acaban en el cubo de la basura.

No hay duda que los collages de Salvador Dalí son una excelente muestra del modo en que el maestro catalán componía sus extraordinarias obras.

En la siguiente ilustración inferior, podemos observar la lámina correspondiente al mes de Agosto, donde se nos muestra que los campos han sido segados por unos acalorados campesinos que se refrescan en el río. En primer plano aparecen los nobles propietarios del castillo y los campos que acaban de ser segados. Los nobles montados sobre sendos caballos practican la cetrería en un mundo aparte repleto de lujos y vistiendo a la "última moda veraniega".

MES DE AGOSTO DEL LIBRO DE LAS HORAS

En esta ocasión el cielo estrellado del semicírculo nos muestra al signo de Leo y el de Virgo, mientras que en el centro del mismo, el protagonista sigue siendo el carro del Sol. Es de esta lámina que Dalí recortó la semicircunferencia del calendario que ocupa la parte superior de la rueda, pero sin embargo, está completamente en blanco el espacio dedicado a los diferentes días del calendario.

Lo primero que nos llama la atención de estas dos láminas es que solamente el calendario lunar del mes de Marzo esta rellenado con sus correspondientes datos. Pero sinembargo, el calendario del mes de Agosto esta completamente en blanco. Esto es debido a que el original del Libro de las Horas del Duque de Berry nunca se terminó por completo. Y una de las dos láminas utilizadas por Dalí corresponden a una de las láminas incompletas.

Pero Dalí para confeccionar su rueda podía haber seleccionado dos láminas completas. Debe haber un motivo muy importante por el que Dalí prefirió componer su Rueda de la Fortuna con un semicírculo completo junto a otro incompleto. También debe haber un motivo por el cual las dos semicircunferencias están pegadas de una forma tan vasta. Para que podamos desentrañar este misterio, Dalí nos dejó unas pistas con las que poder dar sentido a todo esto.

Me complace poder compartir con todos vosotros las pistas que nos van a ayudar a descifrar en sentido simbólico que Dalí quiso dar a esta versión de La Rueda de la Fortuna. Estas pistas son los dos símbolos inferiores que aún no hemos analizado y que, hasta la fecha que yo sepa, nadie ha sabido explicar el motivo por el que Dalí los reprodujo en su particular rueda. Me refiero a la cabeza de toro y el caballo blanco situados en la parte inferior de esta carta diseñada por el pintor ampurdanés. Se trata de los dos elementos simbólicos que figuran a ambos lados de su firma. Al estar junto a la firma del artista, no es de extrañar que puedan ser importantes y que sean la clave con la que poder interpretar esta Rueda de la Fortuna tan diferente a las tradicionales.


Ya hemos comentado, que en la versión tradicional de la carta del Tarot número 10, las cuatro esquinas están ocupadas por cada uno de los 4 Evangelistas del Nuevo Testamento. Pero en la versión de Dalí los 4 apóstoles autores de los escritos cristianos brillan por su ausencia. De todos los elementos alrededor de la rueda de Dalí, el único que guarda relación es el toro que simboliza a San Marcos. Pero en este caso nos faltarían otros 3 símbolos que representaran los otros 3 Evangelistas. Por tanto, nos vemos obligados a buscar los motivos por los que Dalí junto a su firma pinta un toro negro y un caballo blanco.

MES DE MARZO
Para poder conocer el motivo por el que Dalí pintó un toro y un caballo debemos volver a observar las dos ilustraciones del Libro de las Horas del Duque Berry que Dalí seleccionó para recortar los semicírculos. Va a ser la clave para poder comprender la causa por la que Dalí versionó La Rueda de la Fortuna de un modo tan curioso y distinto al tradicional y clásico.

El semicírculo correspondiente al mes de marzo es el que está completo con todas las anotaciones en el calendario. Justamente es este semicírculo que el maestro coloca en la parte inferior de su rueda de la fortuna. En la ilustración del mes de marzo en primer término vemos a un campesino andrajoso arando el campo con la ayuda de dos toros, uno negro y otro castaño.

En toda la ilustración no aparece ninguna persona adinerada y poderosa. Solamente vemos a campesinos trabajando unos campos que ni siquiera son suyos, ya que pertenecen al dueño del gran castillo que aparece al fondo. Este es el semicírculo que para Dalí representa al pueblo llano que siempre tendrán sus vidas marcadas por un calendario repleto de incidencias.
Siempre serán pobres y sus vidas vienen representadas por el toro negro.

MES DE AGOSTO
El semicírculo del mes de agosto es el que tiene en blanco todo el calendario por tratarse de una obra inacabada. y es el que Dalí colocó en la parte superior de su rueda de la fortuna. En la ilustración del mes de agosto unas parejas nobles practican el deporte de la cetrería a lomos de tres caballos. Las vidas de estos nobles es completamente diferente a la de los campesinos que trabajan los campos de los nobles. Viven dentro de una burbuja de glamour y snobismo, sin preocuparse de sus sirvientes. Sus vidas nunca tienen los altibajos que sufre el pueblo llano. Por tal motivo, su calendario esta en blanco y ocupando la posición de arriba. Salvador Dalí nos los representa mediante el caballo blanco e inmaculado que atado entorno a su cuello ondea una capa blasonada con tres lunas crecientes blancas sobre fondo azul.

El símbolo de las tres lunas menguantes fue uno de los estandartes del Gran Imperio Otomano, que se extendió por todo el Mar Mediterráneo y Asia Menor. Bajo este contexto, podríamos suponer que el maestro catalán nos esta representando a un caballo otomano. Pero cuando conocemos de donde Dalí recortó el caballo blanco con las tres lunas, empezamos a conocer por donde van los tiros.

LA DAMA Y EL UNICORNIO


Se trata de uno de los tapices de la colección conocida popularmente como "La Dama y el Unicornio" y que es considerada como una de las más grandes obras de arte de la Edad Media. Estamos ante una colección formada por 6 tapices tejidos en seda y lana en Flandes alrededor del 1.500 y que Salvador Dalí los conocía al detalle por estar expuestos en una sala del Museo Cluny de París. Es uno de los museos que mejor muestra el arte de la Edad Media que tanto admiraba el genio del Ampurdán.

Los seis tapices reflejan las armas de la poderosa  Familia Le Viste y están manufacturados al estilo denominado "mil flores" donde el detallismo impera por doquier.

El tapiz de donde Dalí saca su caballo blanco corresponde al tapiz dedicado al sentido del tacto y es aquí cuando nos damos cuenta de que en realidad no se trata de un caballo. Es un magnífico unicornio blanco levantando al aire sus dos patas delanteras al que Dalí le suprimió el cuerno al incorporarlo en su carta de La Rueda de la Fortuna.

En este tapiz se puede observar como el unicornio y el león ondean una capa blasonada con las 3 lunas mientras que con sus patas delanteras sostienen sendas banderas. Hasta los dos mástiles de las banderas están decorados con las lunas blancas. Da toda la impresión que el propietario de las tres lunas crecientes, no es un cualquiera.

LE VISTE
Efectivamente, en estos tapices las tres lunas identifican el escudo de la familia propietaria de los seis tapices que ya hemos dicho que se trata de la familia Le Viste procedente de Lyon. Para poder encargar y pagar la manufacturación de estos 6 tapices en el siglo XVI, tienes que ser muy rico y poderoso. No por nada, la familia La Viste tiene fama de ser uno de los mayores mecenas en el arte de los tapices.

Salvador Dalí  con el caballo blanco y las tres lunas nos representa a las familias poderosas y ricas que viven una vida de placer y snobismo completamente al margen del resto de los mortales representados por el toro negro. La cruda realidad de la dualidad simbolizada por el blanco frente al negro.

No todas las familias pueden permitirse el lujo de pagar la monumental vidriera de una de las iglesias más importantes de París, nos referimos a la Iglesia de Sant Germain l'Auxerrois. En la siguiente imagen, la flecha roja inferior del centro señala la vidriera que refleja de dónde ha salido el dinero para poder construir este magnífico rosetón parisino. Sin los mecenas la historia del arte nunca hubiera sido la misma,... y Dalí era muy consciente de ello. 



En esta carta Salvador Dalí nos cuenta que su Rueda de la Fortuna difiere a la del Tarot tradicional y se parece mucho más a lo que en realidad es la vida. En nuestra vida solamente unos son los que viven en el lujo y la opulencia, mientras que el resto vive durante toda su vida en la pobreza y la humildad.

Dalí nos está insinuando que no es cierto que los pobres, en algún momento de sus vidas, pueden convertirse en ricos. Dalí nos está diciendo que las familias ricas siempre son las mismas y que sus riquezas no suelen cambiar de mano. Las riquezas de estas familias ricas pasan de padres a hijos y nunca se pierden, la familia Rothschild es un excelente ejemplo de que, en verdad, La Rueda de la Fortuna no rueda para todos. Unos pocos son los que se salvan del rodar al que todos los demás estamos sujetos.

Por tal motivo, solamente una parte de la rueda de Dalí está formada por un calendario lunar con anotaciones. La otra parte de la rueda está formada por un calendario completamente en blanco. Son solamente los pobres los que están sujetos a los altibajos del destino. Las familias poderosas y ricas son inmunes a los altibajos y siempre figuran en el top de la puta pirámide.

Hay otro detalle en esta obra de Dalí que confirma nuestra anterior interpretación. Nos estamos refiriendo a los trazos azules que rodean al toro y al caballo. El trazo que rodea al toro empieza en su base y asciende a media altura de la rueda. Pero el trazo del caballo asciende mucho más alto y llega hasta la parte superior de la rueda.

La diferencia entre ambas pinceladas es notable, dando a entender que los únicos que tienen acceso al top son las personas poderosas y ricas representadas por el caballo blanco. Por contra los que están representados por el toro negro,... lo tienen muy negro, nunca mejor dicho.


Salvador Dalí en su versión de La Rueda de la Fortuna nos está diciendo que cuando el señor Rothschild desayuna por las mañanas aprovecha para leer las noticias de los periódicos, pero siempre ignora la sección del horóscopo. Su padre un día le explicó que, gracias a los cromosomas Rothschild, este tipo de predicciones nunca pueden afectar a sus placenteras vidas.

Espero que todas estas explicaciones simbólicas hayan servido para poder ver a La Rueda de la Fortuna versionada por Dalí desde una perspectiva completamente nueva. Una nueva perspectiva con la que poder comprender mejor el maravilloso mundo simbólico escondido en toda la obra de Salvador Dalí.
Y es que,... Dalí es mucho Dalí !!!!!!!!
Johnny McClue 2022

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