Los montes y montañas siempre han sorprendido al ser humano y durante siglos representaron todo un misterio ¿Como y quién pudo esculpir semejantes moles de piedra?, Unas moles de piedra algo extrañas por que en ocasiones estaban formadas por fósiles de caracolas marinas a más 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Para resolver la cuestión de la formación de las montañas las diferentes civilizaciones han recurrido a la misma respuesta: los montes y montañas han sido hechos por los dioses creadores. La relación "montaña - dios" la encontramos por doquier.
En la mayoría de las culturas de nuestro Planeta, el monte y la montaña representan la unión entre los cielos y la tierra. Una unión que nos alerta de la existencia de un Microcosmos y un Macrocosmos que se relacionan gracias a la montaña.
Al ser un punto intermedio entre lo grande y lo pequeño, la montaña puede ser creada por la Naturaleza, pero también puede ser construida por el hombre, en un intento de conectarse al cielo desde la tierra. Este tipo de "montañas artificiales" las encontramos por todo nuestro Planeta, son las pirámides, ziqqurats, stupas, iglesias y catedrales. Bajo este contexto, el ser humano utiliza estas construcciones elevadas hacia el cielo, como si de una escalera se tratara, por la cual el espíritu puede ascender a una etapa superior.
El simbolismo de la montaña y el monte es multiple e intimamente relacionado con dos conceptos: el de la altura y el del centro. Al ser algo elevado, vertical y alto, la montaña se nos presenta muy próxima al cielo, participando del simbolismo de la trascendencia. Pero la montaña también es el centro de leyendas y de numerosas teofonías, por lo que también participa en el simbolismo de la manifestación.
Todas las culturas y lugares importantes tienen su montaña sagrada que los protege de cualquier adversidad. En Paris, Montmartre (monte de los mártires). En la Roma antigua había el Quirinal. En el Rosellón tenemos al Canigó. En Cataluña la famosa montaña de Montserrat. En la Granada musulmana, Sierra Nevada tenía una gran importancia simbólica. En la Grecia Clásica el monte Olimpo fue un clásico. En Japón el monte Fuji es considerado el guardián de la nación. Son montes y montañas que representan y simbolizan las regiones en dónde se elevan.
El monte es un camino de perfección donde el ser humano puede acercarse a su creador. Pero el monte tambien es utilizado en sentido inverso por los seres no terrestres para ingresar en nuestro mundo. En muchas ocasiones se han detectado objetos voladores no identificados volando sobre cerros y montañas. El mundo de la Ufología también tiene sus montañas sagradas y volcanes mágicos. La montaña de Montserrat es una de las más famosas en dónde los aficionados a ver luces extrañas en los cielos organizan encuentros mensuales.
Los montes sagrados siempre se nos presentan apartados, lejanos, envueltos de nubes y nieves perpetuas. Es el lugar donde residen los dioses y tienen lugar los acontecimientos importantes. En la cima de un monte fue donde Moises recibió las famosas tablas y los sacerdotes mesopotámicos y aztecas siempre culminaban sus ceremonias y sacrificios en lo alto de sus pirámides. La cima de la montaña es el lugar donde "mejor cobertura" hay para cualquier menester que se precie.
El monte tambien es el lugar apartado donde la mayoría de los héroes suelen retirarse a reflexionar y "cargar baterías" . En la mayoría de las leyendas donde el héroe es protagonista, la victoria final del héroe se produce tras un retiro en una montaña lejos de la civilización.
El monte es el lugar desde donde se puede seguir al siguiente nivel, el universo descrito por Dante es un claro ejemplo de esta forma de concebir el cosmos. Dante sitúa el Paraíso Terrenal en la cima de la montaña del Purgatorio.
La montaña se creía que era el hogar de entidades y seres muy poderosos que impedían que los humanos pudieran ascender por ella y coronar su cima. En muchas culturas la ascensión a la montaña es una acción evidentemente espiritual que requiere de mucha preparación y paciencia.
Por ser la vía que conduce al Cielo, los taoístas consideran a la montaña como un excelente refugio. En la mitilogía taoista, los inmortales van a vivir a la llamada "Montaña del medio del mundo" , el monte K'uen-luen, alrededor del cual gira el Sol y la Luna. En la cima de esta montaña taoista, se encuentran "los jardinesde la Reina de Occidente" donde crece el famoso melocotonero, cuyos frutos ofrecen la inmortalidad. Entre los maestros taoístas, el monte K'uen-luen equivale a nuestro Paraíso Terrenal, lugar dónde éramos inmortales. Los Sien, los inmortales taoístas, son literalmente los "hombres de la montaña".
La tradición bíblica y las montañas, van de la mano desde los inicios del Génesis. En la cima de las montañas de Oriente Próximo ocurren los principales contactos entre Dios y el hombre: Sinaí, Horeb, Sión, Tabor, Garizim, Carmelo, Gólgota, las montañas de la Tentación, de las Bienaventuranzas, la montaña del Calvario, de la Transfiguración y de la Ascensión. Los que escribieron la Biblia debieron ser unos grandes aficionados a la escalada y a las cumbres escarpadas.
En el mundo cristiano podemos diferenciar tres tipos de montes y montañas:
El monte es el lugar desde donde se puede seguir al siguiente nivel, el universo descrito por Dante es un claro ejemplo de esta forma de concebir el cosmos. Dante sitúa el Paraíso Terrenal en la cima de la montaña del Purgatorio.
La montaña se creía que era el hogar de entidades y seres muy poderosos que impedían que los humanos pudieran ascender por ella y coronar su cima. En muchas culturas la ascensión a la montaña es una acción evidentemente espiritual que requiere de mucha preparación y paciencia.
Por ser la vía que conduce al Cielo, los taoístas consideran a la montaña como un excelente refugio. En la mitilogía taoista, los inmortales van a vivir a la llamada "Montaña del medio del mundo" , el monte K'uen-luen, alrededor del cual gira el Sol y la Luna. En la cima de esta montaña taoista, se encuentran "los jardinesde la Reina de Occidente" donde crece el famoso melocotonero, cuyos frutos ofrecen la inmortalidad. Entre los maestros taoístas, el monte K'uen-luen equivale a nuestro Paraíso Terrenal, lugar dónde éramos inmortales. Los Sien, los inmortales taoístas, son literalmente los "hombres de la montaña".
La tradición bíblica y las montañas, van de la mano desde los inicios del Génesis. En la cima de las montañas de Oriente Próximo ocurren los principales contactos entre Dios y el hombre: Sinaí, Horeb, Sión, Tabor, Garizim, Carmelo, Gólgota, las montañas de la Tentación, de las Bienaventuranzas, la montaña del Calvario, de la Transfiguración y de la Ascensión. Los que escribieron la Biblia debieron ser unos grandes aficionados a la escalada y a las cumbres escarpadas.
En el mundo cristiano podemos diferenciar tres tipos de montes y montañas:
- La montaña como unión Cielo-Tierra.
- La montaña santa como centro del mundo
- La montaña como lugar ideal en dónde construir un templo.
La costumbre de poner una cruz en la cima de montes y montañas, es una muestra de la importancia que el cristianismo ha dado a todos los lugares elevados. La cruz en lo alto de una montaña nos recuerda que en aquel lugar nos sentimos mucho más próximos al Cielo que a la Tierra. Los diablos se han visto obligados a tener que ocupar terrenos más bajos y menos elevados. Satanás en las alturas, nunca ha sido bien visto.
Los musulmanes tienen una concepción del mundo donde una gran montaña, llamada Käf, rodea completamente al mundo terrenal en donde vive el ser humano. Entre el monte Käf y el mundo terrenal los árabes creen que existe una vasta región totalmente infranqueable. Se dice que el monte Käf esta hecho de esmeralda verde y actúa como sostén de la tierra y los mares. Se llega a afirmar que si el monte Käf no existiera, la tierra se movería constantemente haciendo imposible la vida sobre ella. Para los islamistas este gran monte verde constituye la frontera entre el mundo visible y el mundo invisible. Solamente Dios es el que conoce como es la vida más allá del monte Käf.
Para los africanos las montañas pueden tomar la forma y desempeñar el papel de seres fabulosos. Entender el ruido y canto de las montañas africanas no está al alcance del profano. Creen firmemente que en la montaña reside todo lo sagrado que no conviene molestar ni perturbar. Las montañas en Africa esconden los secretos mejor guardados. Las mismas tablillas sumerias ya nos hablan de unas ricas minas existentes al sur del gran continente africano.
En el mundo capitalista actual, la montaña ha dejado de ser un valor espiritual. Los hombres y mujeres del siglo 21 han preferido que su montaña sagrada este formada por materia manufacturada. Entre ellos van compitiendo para intentar tener la montaña de materia más alta.
¿Montaña de materia, o montaña de mierda?????????
Para los africanos las montañas pueden tomar la forma y desempeñar el papel de seres fabulosos. Entender el ruido y canto de las montañas africanas no está al alcance del profano. Creen firmemente que en la montaña reside todo lo sagrado que no conviene molestar ni perturbar. Las montañas en Africa esconden los secretos mejor guardados. Las mismas tablillas sumerias ya nos hablan de unas ricas minas existentes al sur del gran continente africano.
En el mundo capitalista actual, la montaña ha dejado de ser un valor espiritual. Los hombres y mujeres del siglo 21 han preferido que su montaña sagrada este formada por materia manufacturada. Entre ellos van compitiendo para intentar tener la montaña de materia más alta.
¿Montaña de materia, o montaña de mierda?????????
En muchas cosmologías, el monte sagrado representa al centro del mundo. En el artículo dedicado al símbolo del omophalos ya comentamos estos aspectos referentes al "ombligo del mundo". La montaña que se eleva verticalmente puede interpretarse como eje del mundo en torno al cual todo gira.
Encima de una montaña se tiene la sensación de tener todo a tus pies. No es de extrañar que fuera lugar donde realizar ceremonias, sacrificios y todo tipo de culto a la Naturaleza. Lugares que con el cristianismo se convirtieron en propiedad de la iglesia y encima de ellos se edificaron todo tipo de ermitas y santuarios.
Encima de una montaña se tiene la sensación de tener todo a tus pies. No es de extrañar que fuera lugar donde realizar ceremonias, sacrificios y todo tipo de culto a la Naturaleza. Lugares que con el cristianismo se convirtieron en propiedad de la iglesia y encima de ellos se edificaron todo tipo de ermitas y santuarios.
Hace muy pocas décadas que el ser humano escala montañas. Durante muchos siglos imperó el temor de escalar montes y montañas por considerarse lugares sagrados donde el humano no estaba invitado. Escalar una montaña era, por aquel entonces, sinónimo de querer penetrar en dominios mas que misteriosos, peligrosos y prohibidos. Pero los tiempos cambian y ahora para escalar alguna de las cumbres más altas, hay cola y tienes que apuntarte a una larga lista de espera.
A lo largo de la historia, el ser humano ha aprendido que el Tiempo y la Energía pueden modificar por completo el paisaje montañoso de cualquier lugar del mundo.
Comenzábamos este artículo montañoso, con el misterio de los fósiles marinos encontrados formando parte de las cumbres de muchas montañas. Un misterio que el ser humano tardó mucho en comprender. Las placas tectónicas y la deriva de los continentes nos han solucionado uno de los enigmas de la naturaleza que durante milenios los hombres y mujeres no comprendieron.
El Planeta Tierra es un ser vivo y los montes y montañas forman parte de la piel de nuestro lindo Planeta. Los montes y montañas forman cordilleras que se extienden por el Planeta de una forma muy, pero que muy, concreta: de forma fractal. Pero esta información tan importante solo pudo ser conocida a mediados del siglo pasado cuando el matemático belga Mandelbroth descubrió los fractales. Solamente entonces pudimos conocer que a Mama Natura le gustan los fractales.
Con el descubrimiento de Mandelbroth aprendimos que las raíces, troncos, ramas y hojas de los árboles crecen de forma fractal, que todos los relámpagos ocurridos durante una tormenta son fractales, así como nuestras venas, arterias y nervios, también son fractales.
Una montaña es un fractal, una cordillera es un fractal y el Himalaya es la mejor muestra de ello:
Los montes y montañas de nuestro bello Planeta no son objetos inanimados que siempre están en el mismo lugar.
Los montes y montañas crecen, se mueven y desaparecen.
El paso del tiempo, también los afecta, no hay nada que perdure para siempre.
Los musulmanes muy posiblemente fueron los primeros en atar cabos y reconocer que las montañas se mueven.
Johnny McClue 2018
A lo largo de la historia, el ser humano ha aprendido que el Tiempo y la Energía pueden modificar por completo el paisaje montañoso de cualquier lugar del mundo.
Comenzábamos este artículo montañoso, con el misterio de los fósiles marinos encontrados formando parte de las cumbres de muchas montañas. Un misterio que el ser humano tardó mucho en comprender. Las placas tectónicas y la deriva de los continentes nos han solucionado uno de los enigmas de la naturaleza que durante milenios los hombres y mujeres no comprendieron.
El Planeta Tierra es un ser vivo y los montes y montañas forman parte de la piel de nuestro lindo Planeta. Los montes y montañas forman cordilleras que se extienden por el Planeta de una forma muy, pero que muy, concreta: de forma fractal. Pero esta información tan importante solo pudo ser conocida a mediados del siglo pasado cuando el matemático belga Mandelbroth descubrió los fractales. Solamente entonces pudimos conocer que a Mama Natura le gustan los fractales.
Con el descubrimiento de Mandelbroth aprendimos que las raíces, troncos, ramas y hojas de los árboles crecen de forma fractal, que todos los relámpagos ocurridos durante una tormenta son fractales, así como nuestras venas, arterias y nervios, también son fractales.
Una montaña es un fractal, una cordillera es un fractal y el Himalaya es la mejor muestra de ello:
Los montes y montañas de nuestro bello Planeta no son objetos inanimados que siempre están en el mismo lugar.
Los montes y montañas crecen, se mueven y desaparecen.
El paso del tiempo, también los afecta, no hay nada que perdure para siempre.
Los musulmanes muy posiblemente fueron los primeros en atar cabos y reconocer que las montañas se mueven.
Johnny McClue 2018
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