La tradición islámica estuvo durante unos cuantos siglos a la cabeza del saber y el conocimiento en una época en que Europa andaba jodida con pestes y hambruna por doquier. Uno de los métodos que los musulmanes practicaban por aquel entonces, trataba sobre la teología simbólica, donde las letras y los numeros guardan un simbolismo muy concreto y se relacionan. La clave de dicho método consiste en unas tablas que reflejan las correspondencias de cada una de las letras del alfabeto árabe con todo lo creado por Alá.
Son las llamadas tablas del Jawahiru'l-Khamsah del tratado denominado del Sheikh Abul-Muwwayid de Gujerat. Posteriormente el pueblo judío y el cristiano adaptaron este método a las letras de sus respectivos abecedarios.
Un humilde servidor tuvo el honor de conocer la existencia de estas tablas durante las apasionantes clases que el Profesor Lester daba en su domicilio particular de la Ciudad Condal. El Profesor Lester era un apasionado de la Numerología y en sus clases y trabajos no se cansaba de resaltar la importancia de las letras de la lengua castellana con sus correspondientes valores numéricos. Siempre afirmaba que los árabes habían sido los grandes precursores de esta metodología que relaciona los números y las letras con el universo.
Los iniciados que utilizan este método saben perfectamente que no pueden aplicarlo de cualquier manera. La alimentación, vestimenta y forma de vida en general tiene que estar de acorde con un estricto reglamento y una severa moral de obligado cumplimiento.
Básicamente el método consiste en que cada una de las letras del alfabeto árabe tiene una relación concreta con un número, un planeta, un elemento, un signo zodiacal, un perfume, un genio, un ángel guardián y un atributo con su correspondiente significado. Estas tablas inter relacionan todo el Universo partiendo de las letras del alfabeto y su correspondiente valor numérico.
En un anterior artículo ya compartimos el modo con que el Profesor Lester enseñaba a manejar y aplicar los valores numéricos de cada una de las letras que forman un nombre o palabra. Es la ciencia llamada Onomancia que los árabes tiene como padrinos.
En la ceremonia de invocación y de encantación intervienen nuestros cinco sentidos y se queman determinados preparados que producen diferentes olores de acuerdo al momento de la ceremonia en que nos encontremos. No hay una llamada tan poderosa en toda la tradición vinculada al Islam. Se dice que una Da'wah bien ejecutada concede un poder casi divino sobre el universo que equivale a poseer las llaves de la creación.
Las correspondencias entre los principales elementos del universo fue posteriormente estudiada por toda clase de rabinos y monjes en una época que el conocimiento no estaba en las calles, sino que solamente residía en los monasterios y sinagogas. Una de las tablas más difundidas es la que Agrippa muestra en su obra titulada "Filosofía Oculta".
Otra tabla popular es la que utilizaba mi querido Profesor Lester en sus clases y que salió publicada en sus libros en diversas ocasiones. Se trata del Alfabeto Cabalístico y sus correspondencias con los números y los principales arquetipos.
Ya hemos comentado en anteriores ocasiones como este tipo de tablas no son ni buenas, ni malas. Solamente se trata de una herramienta cuyo resultado depende del tipo de conciencia con que se maneje. Muchas sociedades secretas y sectas conocen estas tablas y las aplican con el fin de que favorezcan siempre sus propios intereses. Pero los ciudadanos de a pie que no pertenecemos a ninguna logia ni secta, también podemos hacer que estas tablas nos den un buen golpe de mano, que de buen seguro lo necesitamos.
Todo esta relacionado y sigue un patrón que nos recuerda la máxima de este sencillo blog dedicado a los símbolos, mitos y arquetipos: "abajo es como arriba".
Todo esta relacionado y sigue un patrón que nos recuerda la máxima de este sencillo blog dedicado a los símbolos, mitos y arquetipos: "abajo es como arriba".
Johnny McClue 2020
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