Tótem, símbolo ancestral, guía y protector

Los tótems se remontan a la noche de los tiempos. Muchos autores consideran al totemismo como un modo de religión y los más osados llegan a afirmar que puede considerarse como la primera religión que la humanidad practicó. Pero bajo mi modesto punto de vista, antes que religioso, el tótem fue un fenómeno social que se extendió por todo el Planeta sin necesidad de enviar a remotos lugares ningún misionero.

La palabra tótem proviene del algonquino donde el término "ndodem" significa espíritu protector de la familia. El totemismo se basa  en la creencia de un parentesco místico y unas relaciones permanentes con los antepasados de un grupo, clan o tribu. Se denomina "parentesco místico" por que el tótem unía a un grupo de individuos, que se consideraban parientes unos de otros, sin llevar la misma sangre por una razón bien sencilla: eran poseedores del mismo tótem.

Los antepasados de cada grupo estaban representados por el tótem, pudiendo ser un animal, una planta o cualquier fenómeno natural al que los vivos del grupo admiraban. Un ser animado o desanimado de la que todo un mismo grupo afirmaba descender y que servía tanto de emblema, como de nombre distintivo. Los que formaban parte de un grupo totémico en concreto, se consideran parientes sin ser primos o hermanos, por que todos ellos tienen un mismo totem. 

El tótem actúa de protector y guía canalizando la sabiduría de los antepasados de cada grupo familiar. Con el tótem la tribu establece un lazo de parentesco, con todos los derechos y deberes que esto implica. Se tratan de las primeras reglas y normas con las que los humanos iniciaron su andadura, mucho antes de que bajaran del cielo los primeros dioses alados que fundaron las grandes religiones del Valle del Indo y Mesopotamia..

El fenómeno del tótem esta intimamente relacionado con el chamanismo y la creencia de una vida después de la muerte. Algunos autores sugieren que el origen del culto al tótem puede hallarse en las nociones mágicas y místicas que vinculan los pueblos con el tipo de animal que suelen cazar. Bajo este contexto, el tótem que representa un tipo de animal, actúa como un potente arquetipo en todos los miembros del grupo.

La llamada "Nueva Era" ha presentado un revival del totenismo mezclado con encarnaciones pasadas y chacras. En estas nuevas tendencias las gentes están convencidas de que en reencarnaciones pasadas fueron un león o una águila. Numerosas películas cinematográficas también han contribuido a que todo dios piense que proviene del Jaguar, o del delfín. Cuando la gente no conoce, ni se preocupa del motivo de su existencia, suelen vivir confundida y engañada toda su vida.

Los barcos antiguos y los tótems han sufrido del mismo mal al estar construidos con madera: no han sobrevivido al paso de los siglos. Muy poco sabemos de como eran esculpidos y pintados. Solamente los tótems esculpidos en piedra de lugares como la península de Corea, han llegado a nuestros días para poder ser admirados.

El tótem tiene una relación muy especial con los árboles altos y esbeltos. Muchos pueblos han creído que los grandes troncos de los árboles otorgaban una gran fuerza espiritual a las gentes que vivían en sus tierras.

Las reuniones entre tribus de Norteamérica se solían realizar en lugares abiertos donde en el centro se colocaba el tronco de un gran árbol alrededor del cual se celebraban las reuniones y las danzas ceremoniales. Eran considerados arboles de paz, los tótems que representaban a todos sus grandes antepasados.

El totemismo a nivel mundial suele presentar dos características fundamentales que bién podrían considerarse las dos primeras normas sociales de la humanidad. Por una parte la practica de la exogamia (prohibición de contraer matrimonio dentro del propio grupo totémico). Por otra parte encontramos el fenómeno de los vedas (prohibición de matar al tótem y comer de el). Por tanto, el totem ejerce funciones dentro del ámbito social y espiritual.

La prohibición social impuesta por la exogamia, que obliga a los hombres de una tribu ir a casarse con una mujer ajena a dicha tribu, no es otra cosa que un "gran tabú totémico". Un hombre que pertenecía, por ejemplo, a la tribu o clan de los lobos, no podía nunca unirse con una mujer de mismo clan o tribu y viceversa. Y esta prohibición era tan importante que la pena que la sancionaba solía ser la muerte.

En la época de los tótems, el ser humano vivía mucho más feliz que cuando posteriormente el "hombre de la barba" apareció en escena con el Tridente (religión, dinero, política) bajo el brazo. Los que quieran profundizar en este tema les recomiendo la lectura de los artículos dedicados al Tridente y al tan esperado Mundo Feliz de Corrado Malanga.

Volver a vivir en armonía con la naturaleza es posible.

No sería mala idea regresar al tótem, como mínimo, andaríamos mucho más tranquilos y felices.

Johnny McClue 2018