martes, 24 de diciembre de 2019

La Nigromancia o Necromancia


En este sencillo blog dedicado a los símbolos y mitos ya hemos dedicado varios artículos al arte de las mancias. En el artículo de hoy vamos a tratar la Nigromancia que pertenece al grupo de la Encantación.

Bueno es recordar estas subdivisiones de las llamadas "Ciencias Veladas" que se dividen en cuatro grupos, las llamadas "Ciencias Principales", en donde la Encantación es la última:

  • Matemática
  • Prestigio
  • Maleficio
  • Encantación.
La Encantación se divide a su vez en diez grupos, donde la Nigromancia ocupa el cuarto lugar:
  1. Mediaria
  2. Sopreciaria
  3. Invocatoria
  4. Nigromancia
  5. Estricatoria
  6. Fibrica
  7. Extaria
  8. Sortilegio
  9. Amatoria
  10. Vastatoria.
Veamos en que consiste la Nigromancia, también llamada Necromancia. La palabra Nigromancia proviene del griego (Ne-kroman-si, del griego necro y manteia, adivinación). Se refiere al arte de evocar los difuntos para tener conocimiento del porvenir, y de las cosas ocultas. Muchos pueblos antiguos creían que al morir, las almas que se separaban del cuerpo seguían vagando cual un ligero soplo alrededor de los vivos. Por aquel entonces todos estaban persuadidos de que no podrían resistir a las súplicas de los mortales y establecieron el culto de los muertos dando origen a la necromancia o nigromancia.

La necromancia se practicaba por medio de un simple acto de la voluntad, ya valiéndose de ciertas misteriosas ceremonias, que al principio tenían lugar en los mismos sepulcros de los cementerios lindantes. Según refiere Homero, se hacían ofrendas de frutos y perfumes, y por medio delas fórmulas consagradas, se evocaba la sombra de los difuntos.


La Biblia nos suministra numerosos ejemplos que demuestran claramente que los hebreos no eran extraños a estas prácticas, por mas que la creencia en la inmortalidad del alma, no se halle expresamente consignada en ninguno de los textos del Antiguo Testamento. La huella de esta superstición se encuentra en la misma ley del pueblo de Dios, puesto que Moisés, no contento con condenarla en el Deuteronomio, la proscribe en el Levítico, conminando con la pena de muerte a los que se entreguen a las prácticas de la evocación de los espíritus, o de la sombra de los muertos. Tan rigurosas medidas no consiguieron, aun des arraigarlas-por completo, siendo uno de los ejemplos mas manifiestos de ello, la célebre evocación de la sombra de Samuel, que tuvo lugar delante de Saúl, por la Pitonisa de Eudor.


En Isaías tambien encontramos pistas acerca de intentar conectar con el más allá, dice que las almas evocadas anunciaban su presencia por un ligero murmullo producido por palabras pronunciadas en voz muy baja. Todo induce a creer que esta clase de nigromancia que se verificaba sin sacrificios, y algunas veces con insignificantes ceremonias, se reducía sencillamente a algún efecto de ventriloquia, lo que se encuentra apoyado por la versión griega de los setenta, en la que la palabra "necromancia" se traduce por ventrílocuo.

Pero había otra clase de nigromancia, en la que se hacia uso de las prácticas mas horribles: una de ellas, que según se refiere era usada por los hebreos y por los sirios, consistía en matar un niño retorciéndole el cuello; verificado esto, le cortaban la cabeza y la ponían sobre una lámina de metal pulimentado calentado al rojo vivo, en la que se habia grabado el nombre del espíritu o de la divinidad que se quería evocar. Mientras tanto alrededor de la lámina unos cuantos gilipollas que se hacían llamar oráculos, deducían toda clase de cuestiones a partir de las manchas o sombras que se proyectaban sobre la mencionada lámina, y de otras muchas circunstancias.


En Grecia se ejercía este arte pública y libremente. La historia nos presenta repetidos ejemplos de evocaciones que tuvieron gran trascendencia en la vida de los pueblos. Los tesábanos alcanzaron gran renombre como nigrománticos. Después de los sacrificios expiatorios con que acompañaban sus ceremonias, rociaban con la.sangre de las víctimas un cadáver y sacaban augurios para el porvenir.

 En Roma no eran tan salvajes, dentro de lo que cabe, y en lugar de un cadáver, rociaban los huesos de los difuntos, escogiendo generalmente los cráneos. Lucano, que las ha descrito minuciosamente, dice que frecuentemente se contentaban con abrir las sepulturas, en las que esparcían arena y harina, y sentándose a su alrededor, esperaban que la sombra tuviera a bien manifestarse.


Para formar exacto juicio de estas creencias, es necesario tener en cuenta que los antiguos no evocaban al cuerpo y al alma tal como nosotros lo comprendemos en la actualidad, sino a una apariencia de este cuerpo imponderable invisible y desprovista, por lo tanto de órganos real es, pero apta sin embargo, para percibir las sensaciones de los sentidos, y por consiguiente de experimentar el placer y el dolor. Estas sombras o apariencias, son las que llenan él purgatorio y el infierno del mundo de los cristianos.

Aunque el cristianismo adoptó las antiguas ideas sobre la existencia de las sombras o de las almas, no admitió sin embargo, su necromancia: muy al contrario, la proscribió y declaró culpables de, sortilegio a aquellos que, siguiendo las tradicionales costumbres, celebraban ágapes en honor de los difuntos, y que en ciertos días del año ofrecían frutos, aceite y perfumes a los manes de sus allegados. 

Poco a poco fueron haciéndose mas severas estas prohibiciones. El concilio de Tours, celebrado el año 527, condenó a los nigrománticos al destierro y al pago de fuertes multas; y en la Edad Media, fueron encarnizadamente perseguidos, torturados y llevados a la hoguera en número considerable. Pero estaban de tal manera arraigadas las creencias en los sortilegios, que a pesar de todo su despótico poder, nunca consiguió la tiranía su completa extinción.

El espíritu moderno, mas potente que todos los tormentos, y que todas las hogueras de la negra Inquisición, ha conseguido, ya que no su completa extinción, porque no faltan aun médiums que pretenden ponerse en comunicación con los difuntos.Muchos magos son los que en este tipo de comunicaciones con el más allá, se protegían de los malos espiritus mediante la utilización de un circulo que impedía que pudieran ser atacados desde el otro lado. En este tipo de practicas la simbología y la escritura siempre han tenido un destacado papel.

A mediados del siglo XVIII se formó en Alemania una sociedad de masones reformados, que tenia por objeto el estudio de la cabala, de la piedra filosofal, y de la nigromancia o evocación de los espíritus, cuyos conocimientos formaban, según pretendían sus afiliados, el sistema y el objeto de los antiguos misterios, de los que es una continuación la Francmasonería. Esta asociación, que llegó a adquirir una gran preponderancia .sobre las demás sociedades, masónicas, es la que se conoce con el título de "Orden de los clérigos francmasones de la Estricta Observancia".

A pesar de haber estado prohibida y perseguida por todo el Planeta, la nigromancia ha llegado a nuestros días en forma de estúpido pasatiempo donde los asistentes se reúnen alrededor de una mesa para intentar comunicarse con los muertos. Las personas reunidas se convierten en presa fácil para cualquier ser parasitario con ganas de comer y comer energía humana.

No recomiendo en absoluto la práctica de este tipo de juegos que pretenden comunicarse con nuestros antepasados. En lugar de contactar con nuestro abuelo, suelen acudir todo tipo de parásitos disfrazados como nuestro abuelo lucía y vestía. Es muy fácil caer en la trampa, se trata del mejor de los engaños con el que bajamos la guardia,.... y nos joden.

Intentar comunicarse con los muertos es buena muestra de no saber el motivo de nuestra existencia en este mundo dual de tres dimensiones.

Johnny McClue 2019

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