lunes, 8 de abril de 2019

Gala y el caballo de Atila sobrevuelan unos surrealistas campos catalanes - Batalla de Tetuán segunda parte


Dentro del análisis simbólico que le estamos realizando de La Batalla de Tetuán, en el artículo de hoy vamos a centrarnos en los elementos que se encuentran "volando" en la parte superior del cuadro. En dicha parte superior visualizamos suspendidos en el aire a un caballo, una virginal Gala, unos jinetes musulmanes y un sable.

Comencemos con el análisis simbólico de el jinete y el caballo que aparece sobrepuestos en la esquina superior izquierda. Se trata del cuerpo de un caballo cuya cabeza ya no sale pintada en el lienzo. El caballo aparece en posición de avanzar galopando en el aire y su poderoso avance parte en dos una vara redonda de madera que se le cruza a su paso. Llama la atención lo que podría ser la cola, ya que parece tener una forma poco habitual en un equino.


Detrás del cuerpo del caballo asoma un extraño jinete armado con una espada. Justo en la esquina superior del cuadro observamos un brazo que en posición de 90 grados esta agarrando lo que parece una espada. Una de las piernas de este extraño jinete aparece por el otro lado del caballo y se extiende hasta entrar en el centro de la escena del cuadro apoyando el pie en medio de la contienda

La forma de las extremidades de esta figura que sujeta un cuchillo y apoya su pie en la escena recuerda a la forma del protagonista de otro cuadro de Dalí relacionado con la guerra. Me refiero a la obra titulada "Construcción blanda con judías hervidas (Premonición de la Guerra Civil) que Dalí pintó 6 meses antes de que estallara la guerra en España. Los críticos consideran a este cuadro como un monstruo amorfo que, representando a la guerra, se hace daño a si mismo al estar estrangulando sus propias carnes.


Sin lugar a dudas se trata del mismo tipo de extremidad que Dalí volvió a pintar en 1962 colocándola en el centro de la escena de su particular versión de la Batalla de Tetuán, un lugar desolado y desértico donde la vida ya no existe. El árbol calcinado y la desolación que encontramos junto al pie, es una buena muestra que la guerra arrasa, destruye y calcina todo a su paso.


De todos los elementos sobrepuestos en La Batalla de Tetuán, la figura de las extrañas extremidades es la única que inter actúa con la escena que el cuadro relata. El resto de elementos sobrepuestos no provocan sombra ni inter actúan con la escena y personajes que componen esta versión tan especial de la contienda africana.

La mayoría de críticos de arte afirman que el pie que pisa la llanura representa a la opresión de la colonización española en Africa y América. Pero una vez que estudiemos detenidamente estos elementos, veremos que Dalí cuando los pintó no estaba pensando en Hernán Cortés ni en los hermanos Pizarro.


ROSSEAU & PICASSO CONEXION

Este caballo galopando en el aire tiene una conexión directa con una de las obsesiones de Dalí: el pintor malagueño Pablo Picasso. De joven Dalí admiró con devoción a Picasso, pero conforme se hizo adulto la devoción se convirtió en competición. Y en cuestiones competitivas Dalí siempre quería ganar. Pero competir contra Picasso no es tarea sencilla y Dalí siempre fue ha remolque del gran pintor malagueño. La propia ciudad de Barcelona es un ejemplo: Picasso en la Ciudad Condal tiene hasta un museo propio, mientras que Dalí no tiene a su nombre ni tan solo una calle o una avenida.

Pero en 1962 Dali estaba en plena competición contra el ya consagrado Pablo Picasso. Y si Picasso tenía una obra de grandes dimensiones dedicada a la guerra, Dalí no podía ser menos. Si el Guernica tenía un caballo como protagonista, La Batalla de Tetuán no podía ser menos.


El Guernica de Picasso tiene tres animales entre sus protagonistas: un caballo (4), un toro (2) y una paloma (3). De todos ellos es el toro el que Picasso colocó en la esquina superior izquierda del Guernica, el mismo lugar en que Dalí pintó su majestuoso caballo volador.

Pero, ¿por qué el caballo de Dalí galopa en el aire y parece estar montado por un extraño sujeto que empuña un cuchillo?
La respuesta a esta pregunta la encontramos en uno de los artistas preferidos de Picasso. Me estoy refiriendo a Henry Rosseau y, muy en especial, a su pintura titulada "La Guerra".


En 1894 el pintor francés Henry Rousseau pintó el cuadro titulado "La Guerra" donde una figura femenina vestida de blanco se muestra cabalgando un extraño caballo de color negro que galopa en el aire por encima de cuerpos humanos mutilados. La jinete porta en la mano derecha una espada y en la mano izquierda una antorcha. Los árboles que rodean a la escena parecen completamente calcinados y destrozados mientras unos cuervos empiezan a picotear a las desgraciadas víctimas de la violencia y la codicia de los seres humanos.


Algunos expertos en pintura afirman que Picasso se inspiró en el cuadro de Rousseau cuando pintó su famoso Guernica. Pero bajo mi modesto punto de vista, cuando Dalí empezó a diseñar La Batalla de Tetuán, también tuvo bien presente la simbología que Rousseau utilizó al pintar "La Guerra".

La mujer con el vestido blanco del cuadro de Rousseau cabalga a un caballo que se lleva por delante a todo lo que se encuentra. Hasta una pobre rama de árbol queda literalmente partida en dos por culpa de la potencia del avance del equino. Una excelente simbolización de la guerra y sus desastres.

¿No habíamos dicho que en el cuadro de Dali el caballo parte en dos una madera redonda?


Pues mira que casualidad que en el caballo de Rosseau haya una rama partida en dos por culpa del impetuoso avance del equino.


¿No estaba empuñando una espada el brazo que aparece detrás del caballo de Dalí?


Pues mira que casualidad que la amazona de Rosseau tambien empuñe una espada muy similar a la que Dalí repreduce en su versión de La Batalla de Tetuán.


Si a estas casualidades le añadimos que los dos caballos se encuentran literalmente suspendidos en el aire, no hay duda que Dali tenía entre ceja y ceja a Rosseau y, como veremos a continuación, también a Picasso.

Anteriormente ya hemos comentado que la cola del caballo de Dalí tiene una extraña forma y configuración. Esta cola del caballo volador de Dalí no parece natural y hasta podríamos interpretar que la espada acaba de cortarla en dos. Pero aún así, sigue siendo rara y muy poco natural, cosa poco común en Dalí, a no ser que esta cola también tenga gato encerrado.

La explicación a esta extraña cola la encontramos al observar la cola del toro del Guernica de Picasso y comprobar su extraordinario parecido con la que Dalí pinta justo en la misma esquina superior izquierda.


El parecido y situación es tal,... que no puede ser casual!!!!!


En muchos análisis simbólicos del Guernica de Picasso se afirma que el toro es un autoretrato del pintor malagueño y que gira su cabeza hacia el otro lado ante tanta desgracia y muerte representada en la obra.

Pues bien, si Picasso en el Guernica es el toro,.... Dalí en La Batalla de Tetuán le corta la cola por la puta cara!!!

En el mundo del toreo cortarse la coleta equivale a que el torero se retira de practicar publicamente el arte del toreo.
¿Nos esta diciendo Dalí que en 1962 era mejor que Picasso se retirara del oficio de artista?

En mi querido mundo de los arquetipos, cortar el pelo del adversario equivale a dejarlo sin fuerzas, pero yo aquí no me meto y prefiero que Dalí y Picasso laven sus ropas dentro de sus casas.



ATILA & OTHAR,... HUNO CONEXION

Hay un detalle simbólico muy importante a tener en cuenta con el caballo de Rosseau y el de Dalí. Los dos equinos no lucen ningún tipo de adorno u ornamento. Si nos fijamos en los demás caballos representados por Dalí en el cuadro, todos ellos lucen preciosas sillas de montar, estribos y bellos ornamentos en cuero. Pero sin embargo, el "caballo volador" aparece completamente "en pelota picada".

¿puede haber alguna razón por la que el caballo de Rosseau y el de Dalí estén pintados sin ornamento alguno?
Pues, puede ser que si,....
En toda la historia de la caballería europea, solamente ha existido un ejército que haya cabalgado sin ornamento en sus caballos: la caballería del ejército del pueblo de los Hunos.

El pueblo de los Hunos consideraban a sus caballos como seres sagrados que en las batallas se comportaban como las prolongaciones de cada uno de los jinetes. Por tal motivo los hunos cabalgaban sus caballos de raza Tartán, sin ningún tipo de adorno ni ornamentación. Para los hunos era ofensivo vestir a sus caballos con adornos colgados por doquier.

ATILA Y OTHAR

El gran lider y caudillo de los hunos fue Atila que entre sus enemigos se hizo famoso por su crueldad y sed de conquista. Ha pasado a la historia por cabalgar encima de un caballo de raza tartán y piel oscura que las crónicas nos cuentan que se llamaba Othar.

Pero esto no es todo, los libros de historia al hablar de Atila y su caballo Othar, nos incluyen una frase proveniente de la crueldad de la guerra en aquellos tiempos. Una frase que resume a la perfección la devastación y atrocidades realizadas en Europa por Atila y su ejército. Una frase que el paso de los siglos ha provocado que el caballo de Atila sea sinónimo de guerra.
"Por donde pisaba el caballo de Atila, la hierba no volvía a crecer jamás."

ATILA Y OTHAR
Esta frase nos lleva de forma inmediata al pie que pisa la escena central de La Batalla de Tetuán de Salvador Dalí. Uno de los pies del jinete, el izquierdo, aparece pisando el centro de una meseta completamente desértica y sin vida. Por donde pasa la guerra, nada queda.

Salvador Dalí en el centro de su obra nos coloca la prolongación de Atila y su caballo. Es el pie surrealista de la propia Señora Guerra que provoca un escenario completamente desolado y carente de vida.
Mas claro que el agua:


Son demasiadas casualidades que solo pueden llevarnos a una conclusión simbólica: El caballo de Rosseau y el de Dalí representan a Othar, el caballo de Atila que por donde pisaba todo desolaba. Podría ser una de las razones por las que el caballo volador de Dalí tiene la cola cortada en dos.

Dalí corta la cola del caballo que representa a la Guerra para dejarlo sin fuerzas tal y como también se cuenta en el mito de Sansón. Con el pelo cortado, el sujeto se queda sin fuerza sea el sujeto Picasso, Sansón o la Guerra.


CATALONIA CONEXION

Hay una cuestión que surge de inmediato cuando contemplamos La Batalla de Tetuán de Salvador Dalí:
Si se trata de un homenaje a Fortuny, a Prim, a Reus y al pueblo catalán, ¿Por que no aparecen en el cuadro de Dalí soldados catalanes con barretinas rojas o con banderas y estandartes catalanes?

Todo el resto de pinturas que otros autores realizaron en recuerdo a Tetuán, tienen por protagonistas y héroes a los voluntarios catalanes. En la versión que anteriormente Fortuny había realizado, las barretinas rojas y las banderas españolas se aprecian de forma clara. Por contra en la versión de Dalí solamente los soldados musulmanes son los protagonistas. El único símbolo y elemento que pertenece al bando español esta situado en la esquina superior derecha: el brazo de un oficial español que empuña un sable.

En el resto de pinturas relacionadas con esta batalla y realizadas por otros autores, las barretinas rojas de los voluntarios catalanes y los estandartes del ejército español se hacen bien patentes como podemos comprobar en esta escena del cuadro de Fortuny:


O en esta otra versión de la batalla realizada por Francisco Sans Cabot donde vemos en plena acción bélica, al General Prim y la bandera española junto a los voluntarios catalanes y sus típicas barretinas rojas:


No es de extrañar que Dalí tuviera bien presentes estas dos obras realizadas por dos grandes pintores catalanes del siglo 19. Fortuny era hijo de Reus y Sans Cabot de Gerona, aunque acabo en Madrid ejerciendo de director del Museo del Prado entre 1873 y 1881.

Sin embargo en la versión de la batalla de Salvador Dalí no observamos ningún voluntario catalán, todos los combatientes que refleja la obra son musulmanes, sea en tierra como en el cielo.
En el cuadro de Dalí no hay ninguna referencia a Cataluña,...

¿ A caso el pintor de Figueras se olvidó de los 2000 voluntarios catalanes que lucharon en primera fila por que así ellos mismos se lo solicitaron al General Prim?

 ¿ O quizás en la obra los catalanes figuran de forma surrealista, como tanto le gustaba jugar a Dalí?

Llegados a este punto es conveniente que fijemos nuestra atención en otro de los elementos voladores que La Batalla de Tetuán de Salvador Dalí nos ofrece en la parte superior del cuadro. Nos referimos a los jinetes musulmanes que aparecen suspendidos en el cielo bajo la gran hoja del sable que sostiene la mano del oficial español.

SALVADOR DALÍ
Dichos jinetes aparecen claramente a galope tendido pero suspendidos en el cielo. Pero si observamos detenidamente las figuras de estos jinetes voladores, nos damos cuenta que son la copia muy parecida de los jinetes que en la versión de Fortuny aparecen en primera fila.

FORTUNY

Sin lugar a dudas estamos ante una copia que Dalí realiza de la carga de la caballería musulmana representada en el cuadro de Fortuny en el centro de su obra. Hasta las correas de las riendas del caballo delantero son de un color azul idéntico en ambas pinturas.

Pero cuando observamos el modo en que estos caballos y jinetes están dispuestos en la versión de Dalí, una serie de preguntas nos vienen de inmediato a nuestra mente. La posición en que están colocados en el cuadro de Dalí estos jinetes musulmanes da a entender que huyen despavoridos ante la majestuosa aparición celestial que Gala realiza, como si de la Gran Virgen María recién coronada se tratara.



¿Por qué motivo los jinetes y caballos voladores de la versión de Dalí huyen aterrorizados?

¿Tendrán alguna relación con la majestuosa y virginal figura de Gala que se encuentra a su lado?

¿Por qué a la derecha de la figura de Gala hay unos personajes que coronan a una figura, como si de la coronación de una Virgen se tratara?

¿Por qué todos los anteriores elementos están representados todos ellos "flotando" en el cielo?

Y ahora llega la pregunta del millón:

¿Qué batalla de la historia europea se combatió en la tierra, pero también el cielo?

La respuesta a todas estas preguntas, nos la entrega la propia historia de Atila en una de las batallas más sangrientas y violentas acontecidas en el continente europeo. Fue una batalla tan cruel que la leyenda cuenta que los espíritus de los muertos en combate, continuaron batallando en el cielo. Se trata de una batalla que nada tiene que ver con el pueblo catalán, pero cuyo nombre tiene un increíble parecido fonético.

Nos referimos a "La Batalla de los Campos Cataláunicos" que en el año 451 enfrento en el centro de Europa a Atíla y su ejército contra una coalición romano-visigótica. Un grabado de Alphonse de Neuville titulado "Los Hunos y la batalla de los Campos Cataláunicos" nos dejó inmortalizado el cruel avance de la caballería del ejército de los Hunos:

ALPHONSE DE NEUVILLE
LA BATALLA DE LOS CAMPOS CATALAUNICOS

Al contemplar el anterior grabado, queda de manifiesto que por donde pasaba el ejército de los Hunos, la muerte y la desolación pasaban a ser los protagonistas de la escena. La Batalla de los Campos Cataláunicos también fue llamada Batalla de Chalons y algunos historiadores la llaman Batalla de Locus Mauriacus". La Batalla de los Campos Cataláunicos sirvió de inspiración para que el gran compositor Franz Litzt escribiera en 1857 uno de sus famosos "13 Poemas Sinfónicos".

Hay una pintura que nos muestra con todo lujo de detalles, como los muertos de la batalla de los Campos Cataláunicos siguen peleando en el cielo. Nos estamos refiriendo al cuadro del pintor Wilhelm von Kaulbach titulado "La Batalla de los Hunos" en que vemos representados de forma magistral las dos diferentes batallas que en esta contienda existieron: una en la tierra y otra en el cielo. En la tierra el protagonista es el cadáver del rey Teodorico rodeado de desolados y consternados visigodos. Mientras que en los dos extremos de la obra vemos como los espíritus de los guerreros muertos de ambos bandos ascienden al cielo y continúan batallando.

Wilhelm von Kaulbach "La Batalla de los Hunos"
El gran pintor italiano Rafael también dejó inmortalizado en un fresco del Vaticano a Atila y los hunos frente al Papa León X y su séquito cardenalicio. En dicha obra, la acción tanto transcurre en la tierra como en el cielo. En la tierra el Papa León X y sus cardenales tienen un encuentro con Atila y sus guerreros. Desde el cielo San Pedro y San Pablo acuden armados con sendas espadas a la cita terrenal con intenciones muy poco pacíficas.

RAFAEL en el VATICANO
En el fresco de Rafael la presencia amenazante de unos "voladores" San Pedro y San Pablo, asusta a todos los jinetes y caballos del ejército de los hunos. Hasta el propio Atila aparece acojonado y con sus dos brazos da a entender su gran sorpresa y asombro ante la aparición celestial de San Pedro y San Pablo. En el cuadro de Dalí la escena de una coronación y de una Gala virginal, parece ser lo que provoca que los jinetes musulmanes huyan despavoridos alejándose a galope tendido.

En el mundo musulmán esta prohibido la adoración de ningún tipo de imagen. Por tal motivo en el arte musulmán no existe ninguna imagen de Mahoma ni de ningún otro profeta relacionado con el Corán. No es de extrañar que al ver la aparición de la virginal Gala, los sorprendidos jinetes musulmanes opten por la retirada y la desbandada general. La misma actitud que parece tomar Atila en el fresco de Rafael que decora el Vaticano.



Parece ser que Dalí pintó su particular version de La Batalla de Tetuán con su mente puesta en la Batalla de los Campos Cataláunicos. Dalí, mientras pintaba su surrealista pintura de los voluntarios catalanes batallando en Tetuán, tenía los Campos Cataláunicos muy presentes. Tanto en el cuadro de Rafael como en el cuadro de Wilhelm von Kaulbach, nos encontramos con que la acción transcurre en dos escenarios, el cielo y la tierra. Los mismos dos escenarios bélicos que Dalí nos dejo plasmados en su versión de La Batalla de Tetuán.

El homenaje que Dalí hace a los voluntarios catalanes, al general Prim y a Fortuny,... es un homenaje completamente surrealista!!!

Con tanto surrealismo insertado en esta obra de Salvador Dalí, el título de este humilde análisis simbólico que hemos realizado, no podía ser otro:

"Gala y el caballo volador de La Batalla de Tetuán sobrevuelan unos surrealistas campos catalanes".

En un próximo artículo abordaremos el análisis simbólico de todos los elementos y números de esta obra de Dalí que aún no hemos analizado. Espero que estos análisis simbólicos nos revelen alguna que otra realidad que no habíamos nunca antes apercibido.
Son cosas del surrealismo y de uno de sus máximos representantes.

Johnny McClue abril 2019

2 comentarios:

  1. Sr Clue , tiene Vd muy buenos contenidos...se lo curra Vd mucho ...
    Siempre Suyo JD

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    1. Apreciado Señor J.D.
      es un placer verle por estos lares dedicados a la Simbología y la Numerología.
      No todos son tan afortunados como Usted, a muchos de mis lectores les encantaría vivir junto a la tramontana.
      Andreas Faber-Kaiser VIVE!!!!!
      Siempre Suyo Clue

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