sábado, 13 de enero de 2018

El Museo Hermético y su simbologia. El Rebis, el andrógino y el hermafrodita




La Inquisición provoco que los alquimistas fueran acusados de brujos y magos. Durante siglos los conocimientos alquímicos tuvieron que ser publicados de manera completamente camuflada, gracias a la utilización de un lenguaje simbólico completamente incomprensible para los ajenos a estas artes del matraz y el alambique. Una buena prueba de ello es el grabado que compartimos en este artículo de hoy. Se trata de la famosa imagen que ilustra el Museo Hermético.

El grabado original de esta famosa imagen alquímica fue realizado por Matthäus Merian en 1618 sobre una plancha de cobre para la obra titulada "Opus Medico-Chymicum". Siete años más tarde, también fue utilizada en el apéndice del "Musaeum Hermeticum", de donde ha tomado el nombre que lo ha hecho popular. Nos encontramos ante una de las mejores síntesis en forma ilustrada de lo que representa la obra del Gran Opus. Ante nuestros ojos se nos muestra la clave completa de la regeneración de los metales, la transmutación de lo terrestre en el esplendor celestial y el misterio de la generación, tan mal interpretado por muchos cuando se toca en tema de los andróginos.

Para una mejor observación detallada de cada uno de los símbolos del artículo de hoy, , nos ha parecido oportuno utilizar una moderna reproducción a todo color de este sensacional grabado alquímico medieval.


Parte superior

En la parte superior encontramos la representación de los cielos donde vemos representadas distintas jerarquías celestiales en el interior de una doble aureola semicircular. Dentro de dicha jerarquía celestial destacan los 3 símbolos radiantes de la Santísima Trinidad con el nombre del Padre escrito en letras hebreas en el centro, el Hijo en forma de Cordero a su derecha y el Espíritu Santo en forma de Paloma a su izquierda. Es el llamado "Sol espiritual triple".


Una serie de diferentes ángeles son los que acompañan a la Santísima Trinidad, son las 3 distintas jerarquías angelicales agrupadas según la clase y número de alas que cada ángel posea:

  • Primera Jerarquía: Querubines, Serafines y Tronos (con 2 alas plegadas)
  • Segunda Jerarquía: Dominaciones, Virtudes y Potestades (con 2 alas despegadas)
  • Tercera Jerarquía: Principados, Arcángeles y Angeles (con 4 alas)
Una serie de circunferencias con-céntricas contienen cuatro lemas en latín y, justo en el centro de un triángulo de color blanco, encontramos el símbolo del mercurio solar alquímico. Es la unión suprema que tiene lugar en el centro de la rueda, justo en la intersección de sus ejes bajo el signo del lapis mercurial, es la piedra acuosa filosofal.

El significado de cada uno de los lemas está intimamente relacionado con el número 3 y la triple constitución de la naturaleza creada. Es vital en estas cuestiones tener siempre presente la importancia del triángulo y sus tres lados.

Me complace compartir la traducción al castellano de los lemas que rodean al símbolo del mercurio solar alquímico:
  • "El mercurio de los sabios, el mercurio corpóreo y el mercurio común o visible"
  • "Azufre combustible, azufre fijo y azufre volatil o etéreo"
  • "Sal elemental, sal terrenal y sal central"
  • "Se necesitan cuatro clases de fuego para el trabajo"
Una gran línea horizontal separa la esfera de lo divino de la rueda de la naturaleza y del resto de la creación. El mundo divino queda oculto para la creación y la rueda de la naturaleza. Los seres mortales, desde la posición inferior, no pueden percibir la realidad superior. Una rueda de la naturaleza que representa la vida en nuestro mundo que, a su vez, se divide en las principales fases de todo Opus que se precie:
  • Cuervo - Saturno - Plomo
  • Cisne - Júpiter - Estaño
  • Gallo - Marte - Hierro
  • Pelícano - Venus - Cobre
  • Fénix - Mercurio - Mercurio
Los 5 anteriores animales ocupan el interior del semicírculo formado por las estrellas del firmamento. En la parte superior justo debajo de la Santísima Trinidad, observamos un segundo semicírculo con los 12 signos del Zodiaco custodiado por 9 arcángeles. Empezamos a la izquierda con el signo de Aries, Tauro, Géminis, y así sucesivamente hasta llegar al signo de Piscis en el extremo derecho del semicírculo.


Parte inferior izquierda

Es a la izquierda del espectador en donde se sitúa el mundo superior representado por una escena diurna con el Fénix y un león rampante. Bajo las alas del Fénix se nos muestran las esferas correspondientes al elemento Fuego y al elemento Aire. El león rampante que entrega el Sol al hombre representa al espíritu y a la voluntad. El pie izquierdo del hombre y la pata trasera derecha del león rampante se apoyan en unas esferas que contienen una estrella muy especial, la estrella de 7 puntas.


En la alquimia medieval a estrella de 7 puntas tenía una vital importancia. La estrella de siete puntas fue la estrella mística del movimiento gnóstico. Con sus siete brazos esta estrella participa del simbolismo del número 7, al unir el cuadrado con el triangulo. La estrella de 7 puntas esta relacionada con la lira cósmica y la música de las esferas con sus correspondientes 7 notas musicales y 7 planetas. Cada uno de los 7 brazos corresponden a los 7 planetas y luminarias conocidas en la antigüedad.

Para los paganos la estrella de 7 puntas tiene un significado completamente mágico. Para los cristianos representa los 7 días de la Creación y para los budistas las 7 puntas simbolizan los 7 pasos para poder llegar a la iluminación.

La estrella de siete puntas suele presentarse apoyada en uno de sus brazos, el que en concreto corresponde a Saturno y al que se le adjudica el número uno. Este es el orden en sentido contrario a las agujas del reloj con el que se distribuyen los planetas y luminarias, empezando por la punta inferior, la de Saturno:
  1. Saturno
  2. Júpiter
  3. Marte 
  4. Sol
  5. Venus
  6. Mercurio
  7. Luna
El poder de la esfera solar que el león rampante entrega al hombre depende de la calidad y esmero con que el alquimista trabaja las dos luminarias y los cinco planetas encerrados en la estrella de 7 puntas.

Sin embargo, es bueno observar que la estrella que oculta el aparato genital del hombre de nuestro grabado, solamente tiene las 6 puntas características de unir el triángulo del elemento Fuego con el del elemento Agua.

Parte inferior derecha

A nuestra derecha encontramos al mundo inferior representado por una escena nocturna con un ciervo y una águila.  Bajo las alas de la águila encontramos las esferas del elemento Agua y el elemento Tierra. Un ciervo que representa el alma y la intuición, entrega el símbolo de la Luna a Diana en representación de la mujer. La figura con cabeza de ciervo, representa al cazador Acteon que contempla a la desnuda y nocturna Diana. En su cornamenta luce 12 estrellas y en su mano izquierda nos muestra un trébol de 3 hojas como símbolo de la triple constitución de todos los elementos de la naturaleza.


Tanto la figura humana masculina, como la femenina tienen uno de sus brazos unidos al mundo celestial mediante una cadena dorada. En sus cuerpos desnudos destacan los símbolos de las fuerzas creativas de las luminarias del cielo: Sol, Luna y Estrellas. Pero solamente la mujer, Diana, es la que en la mano de la cadena también sostiene un racimo de uva, representando la capacidad de quedar fecundada y poder dar luz. Nótese que la mano encadenada del hombre no sostiene absolutamente nada. Los alquimistas tenían muy claro todo lo referente a los "géneros y derivados".

El trébol de tres hojas sostenido por el ciervo nos recuerda que estamos inmersos en un mundo dual de tres dimensiones donde todo  se reparte en solamente tres vectores. Son los tres vectores con los que el Profesor Corrado Malanga ha basado sus trabajos denominados Evideon.
  1. Espacio - Espíritu - Arriba- Abajo
  2. Tiempo - Alma - Izquierda - Derecha
  3. Energía - Mente - Delante - Detrás
El omnipresente número tres que nos recuerda que la dualidad tiene un punto intermedio desde donde la estabilidad se impone al caos. Un caos que en los orígenes dominaba contra viento y marea a todo lo que se menea.

Parte inferior central

En el centro de la parte inferior destaca una colina con un total de 19 árboles y un mago sobre un león con dos cuerpos. Cada uno de los árboles representa las 19 substancias alquímicas principales. Un número 19 que durante toda la Edad Media tuvo una vital importancia cosmológica, al ser el resultado de sumar los 12 signos del Zodiaco a los 7 planetas y luminarias principales.

El mago encargado de las separaciones se encuentra en medio de los árboles de la colina ordenando la materia caótica en las diversas dualidades de la vida:
  • Día - Noche
  • Sol - Luna
  • Azufre - Mercurio
  • Fuego - Agua
  • Izquierda - Derecha
  • Delante - Detrás
  • Arriba - Abajo
  • Blanco - Negro

A nuestra izquierda sobre la hoguera encontramos las substancias relacionadas con el elemento Fuego, mientras que las relacionadas con el elemento Agua las encontramos encima del arroyo que fluye a nuestra derecha. El león de dos cuerpos y el mago con túnica simbolizan el equilibrio filosófico y la consecución del Magnum Apus donde es necesaria la unión final de todas las partes diversificadas. La luz y la oscuridad son dos cuerpos con una sola cabeza donde todo queda equilibrado y completado. Es el famoso Rebis alquímico.

Las estrellas de la vestidura del mago revelan la naturaleza luminosa del adepto purificado y regenerado. Las mazas que porta simbolizan al intelecto iluminado que puede destruir la ilusión de la luz y de la oscuridad. De esta forma el mago va uniendo las partes diseminadas del cosmos hasta llegar a formar al andrógino filosófico. El agua de la vida fluye desde la boca del león de dos cuerpos con una sola cabeza.

En un artículo anterior dedicado a la esfera, ya describimos las principales diferencias entre el Rebis y otro tipo de terminos como "andrógino", "hermafrodita" y "bisexual". A continuación, y con el fin de aclarar conceptos, nos complace compartir un resumen de dicho artículo:

Principales diferencias entre el Rebis, el andrógino, el hermafrodita y el bisexual

El rebis evoca el huevo filosófico de los alquimistas, pero también el huevo cósmico cuya separación en dos partes corresponde a la manifestación por polarización de la unidad primera. El germen de este huevo es una figura andrógina cuya mitad femenina esta coronada por la Luna, sosteniendo en su mano la escuadra, y cuya mitad masculina, coronada por el Sol, aparece sosteniendo el compás.


La Tabla Esmeraldina nos cuenta que el Sol y la Luna son los que engendran al rebis que reúne las virtudes esencialmente unidas, pero exteriormente polarizadas, del cielo y de la tierra. Muchos autores relacionan al Rebis con la cultura egipcia y creen que llegó al continente europeo merced a los comerciantes del mar Mediterráneo. La posterior invención de la imprenta fue decisiva para que este tipo de ilustraciones de humanos con dos cabezas se popularizaran por doquier.




La figura del andrógino en la edad antigua, no tan solo fue importante para la alquimia. La mayoría de religiones mencionan a este tipo de seres anteriores a la propia humanidad, tal y como la conocemos en la actualidad.


Siguiendo los pasos de Jacob Boehme, a comienzos del siglo XV, Ulmannus presupone que el libre arbitrio del ser humano existe para poder seleccionar la opción que cada uno de nosotros crea mas conveniente. Decantarse hacia un mundo de paz y amor, o por el contrario, escoger un mundo de iras y guerras. Sus afirmaciones nos aportan bastantes pistas respecto al origen y significado del Rebis:

  1. El hombre ha sido creado de un Sol Doble
  2. El sol interior y espiritual encarna al Hermafrodita Divino
  3. Los dos en uno
  4. Jesús piedra masculina de la pureza y María piedra femenina de la dulzura.
  5. Jesús es el Espíritu representado por el planeta Mercurio de la estrella superior central
  6. María es el Cuerpo representado por la Luna junto la cabeza femenina
  7. Los dos son uno en Dios Padre que es la Alma representada por el Sol junto a la cara masculina
  8. Las cuatro estrellas inferiores a izquierda y derecha representan los cuatro elementos
  9. Marte representa al Fuego
  10. Venus simboliza el Agua
  11. Saturno al elemento Tierra
  12. Júpiter representa al Aire

En la esfera desde donde emerge el Rebis volvemos a encontrar al número 7 insertado simbólicamente en su interior, como resultado de sumar los tres lados del triángulo y los 4 lados del cuadrado.

El Sol Doble crea al hombre andrógino sin necesidad de que su madre haya tenido ninguna relación sexual. Se trata del hombre perfecto anterior al pecado original. El primer autor que relata los origenes del ser humano es Beroso, un sacerdote babilónico de la época de Alejandro Magno que fue uno de los primeros historiadores del que se tiene constancia con documentos escritos. No son muchos los documentos conservados de Beroso pero todos contienen conocimientos sobre la historia de los orígenes de la Tierra, el cielo y la raza de aquella época. Respecto al tema que nos ocupa, Beroso afirma de forma rotunda:
“Los primeros humanos eran Hermafroditas pre-sexuales que se reproducían por partero-génesis”.

En las sociedades secretas y ritos iniciativos, volvemos a encontrar la figura del andrógeno ocupando siempre, un papel central y predominante en la escena en donde sale representado. Es el hermafrodita que en el siglo XX se relaciono con el satanismo y cuya imagen tan utilizada esta en el XXI, dentro de la industria discográfica y cinematográfica.

El tercer aforismo Rosacruz nos dice:
"El Uno se desdobla en Dos.
El Neutro se convierte en Bisexual,
Masculino y Femenino evolucionando del Neutro.
Así comienza La Obra de la Generación."
El Alma del Mundo es un Ser universal bisexual, o sea que combina en sí los elementos masculino y femenino, por lo que la doctrina de los rosacruces le denomina “Hermafrodita Universal” o “Andrógino Universal”.

La palabra hermafrodita significa “un individuo que reúne los dos sexos”. Deriva de los nombres griegos Hermes y Afrodita, en alusión al mito según el cual el dios Hermes y la diosa Afrodita se unieron en un solo cuerpo mientras se estaban bañando con la ninfa Salmacis.

La palabra andrógino también tiene el mismo significado etimológico, pues deriva de las voces griegas andros (varón) y gyne (mujer) y se aplica asimismo al individuo que reúne los dos sexos.

La palabra bisexual representa a personas que les apetece relacionarse con todo dios, sexualmente hablando. Son personas que gustan de dar a los demás, pero que también les gusta que a ellos les den, bien dado.

El concepto de bisexualidad del Alma del Mundo se encuentra en las enseñanzas esotéricas de toda época y país. Formaba parte integrante de los Misterios y su explicación dignificaba, enaltecía y espiritualizaba la función sexual; pero posteriormente pervirtió estas enseñanzas el vulgo excitado por envilecidos sacerdotes. Fue entonces cuando apareció el obsceno culto fálico cuyas huellas han llegado a nuestros días y se advierten en los tratados antiguos de filosofía y religión.

Sin embargo, en historia natural se establece una muy señalada distinción entre el hermafrodita y el andrógino, pues aunque ambos reúnen los dos sexos, el hermafrodita puede reproducirse por sí mismo, como por ejemplo las flores que en un mismo pie de planta tienen estambres (órgano masculino) y pistilos (órgano femenino). El andrógino necesita el concurso de otro individuo de su especie para reproducirse, como por ejemplo el caracol. Por tanto, el hermafroditismo no existe en el reino animal.

Todos estos conceptos últimamente han estado muy confundidos y utilizados de forma errónea. Pero los alquimistas de la Edad Media los tenían muy claros y sabían aplicarlos con plena propiedad. Las últimas tendencias de moda y comportamiento social, nos están mostrando una especial afición a que los dos sexos sean confundidos. En muchas pasarelas de moda ya no sabemos si se tratan de modelos femeninos o masculinos. Según los musulmanes, se trata de una de las señales profetizadas por Mahoma que nos indica la proximidad del Final de los Tiempos y que nos relata el Corán como una de las grandes señales antes de que llegue el Argamedón:

“Las mujeres se vestirán como hombres y los hombres se vestirán como mujeres”

 Cuando la anterior profecía musulmana fue escrita, muy pocas personas en las regiones donde se usa el burka comprendieron su verdadero significado. Pero hoy en día todo empieza a cuadrar en este mundo que parece haber perdido por completo el concepto de la dualidad.


En alguna casa de moda y costura, esta tendencia ha llegado a ser bautizada como "Stile Andrógino". La historia nos demuestra como los seres humanos vamos divagando de un concepto a su opuesto. De adorar a una mujer embarazada con pechos inmensos, hemos pasado a adorar a mujeres que representan conceptos distintos a los de la diosa Venus, tal y como ya os comentamos en uno de nuestros anteriores artículos dedicados al Matriarcado.



En próximos artículos intentaremos ir explicando un poco más de la simbologia utilizada en la Edad Media, con el fin de que solo unos pocos individuos de aquella época comprendieran ciertas cuestiones, referentes a sus experiencias y propósitos de vida.

Johnny McClue 2018

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