martes, 5 de julio de 2022

La simbología de "Le Systeme Caga i Menja" de Salvador Dalí


Con el paso de los años, en este blog dedicado a la simbología ya hemos publicado un buen número de artículos analizando los arquetipos y símbolos empleados por Salvador Dalí en sus obras. Nos encontramos ante uno de los maestros del arte de los símbolos más importante del siglo XX. En el artículo de hoy nos ha parecido oportuno actualizar  el primer análisis simbólico que realizamos de una de las obras de Dalí menos conocida denominada "Le Systeme Caga i Menja".


Le Systeme Caga i Menja tiene como protagonista a la columna, uno de los elementos simbólicos y arquetípicos fundamentales con los que el ser humano se expresa. En este sencillo blog, ya le dedicamos todo un merecido artículo al símbolo de la columna en el cual ya mostrabamos "Le Systeme Caga i Menja", como ejemplo de que Salvador Dalí era un entusiasta de este símbolo arquitectónico ancestral.

No es de extrañar que Salvador Dalí tuviera a las columnas siempre presentes, tanto en sus obras, como en su vida cotidiana. Es una buena muestra de ello, la famosa fotografía de Dalí y Lorca en el Parc Güell, en donde hacen equilibrios y comprueban con el bastón del catalán que la columna del parque está algo inclinada.


La obra que hoy nos ocupa, no es de las conocidas y famosas. Se trata de una obra expuesta en el Museo Dalí de Figueras, pero que pasa completamente desapercibida a los visitantes debido al lugar en el que se encuentra expuesta.

Al final del  estrecho pasillo del último piso del anfiteatro del Museo Dalí de Figueras, hay un dibujo a tinta del maestro titulado "La Systeme Caga i Menja" que está colgado en la pared donde finaliza dicho pasillo. Los visitantes cuando llegan a este punto, se ven obligados a retroceder, ya que se encuentran en un callejón sin salida,... un verdadero "cul de sac". La obra consiste en una fotografía tipo "albúmina" de un fragmento de la célebre Columna romana de Trajano en donde Dalí hizo de las suyas con un poco de tinta china, cola blanca y unas tijeras.

Este poco conocido trabajo en tinta china de Salvador Dalí fue una de las láminas con ilustraciones que se incluyeron en el interior de una surrealista maleta diseñada por Dalí titulada "Dix Recettes d'Immortalité". De dicha maleta se hicieron en 1973
 solamente 312 ejemplares firmados y numerados que en su interior albergaban un total de 8 grabados y 3 componibles. La especial columna de Trajano a la que dedicamos este artículo es uno de los 8 grabados incluidos en la maleta de las 10 recetas de la inmortalidad del pintor catalán. En diversas ocasiones Salvador Dalí manifestó que "Dix Recettes d'Immortalite" era su mejor obra literaria. De los 312 ejemplares, en la actualidad hay algunos a la venta, como el ejemplar número 47, por el que solicitan la friolera de 30.000 euros contantes y sonantes.


Como era de esperar al tratarse de Dalí, esta maleta tan especial que contenía las obras literarias y pictóricas, fue diseñada con una asa al más puro estilo del maestro catalán, un antiguo teléfono plateado.


Esta maleta y todo el material que contiene en su interior, bien merecen un próximo artículo en donde poder analizar la simbología encerrada en esta valija tan especial. En el artículo de hoy solamente analizaremos la simbología de la lámina titulada "Le Systeme Caga i Menja" que por sí sola ya merece la pena.

El siguiente fragmento extraído de "Dix Recettes d'Immortalité" puede ayudarnos a empezar a comprender el motivo por el que Dalí bautizó su especial versión de la Torre de Trajano con este título tan extremadamente surrealista de "Le Systeme Caga i Menja". Con este título Dalí mezcla la lengua francesa (le systeme) con su lengua catalana materna (caga i menja):

«Desde mi más tierna infancia, probablemente hacia la edad de seis años, mucho antes de la masturbación, me interesaba mucho por el bien de la humanidad, y tenía sueños sociológicos para que todo el mundo fuera feliz. Me veía siempre aclamado en lo alto de los monumentos públicos por multitudes agradecidas y las lágrimas me llenaban los ojos al ver que les prestaba tan grandes servicios. Después, una vez vacilé ―la primera vez―, me dije: "La humanidad ya no me interesa". Y comencé a interesarme por mi propia bita y mis propios problemas sexuales; la humanidad pasó entonces de una gran estima por mí, a un desprecio casi total. Pero en la época en que aún amaba la humanidad, inventé lo que llamé "el sistema caga i menja", es decir, "el sistema caga y come".»

 

«He aquí , como le hubiera gustado a Stendhal, con detalles exactos: las Torres de la Inmortalidad ―cada ciudad debería elegir una―. estaban imaginadas según la Torre de Babel de Brueghel. Cada habitante que deseaba defecar lo hacía directamente y jerárquicamente sobre el habitante del piso inferior, que deseaba nutrirse. El ser humano, por unos métodos de perfeccionamiento espiritual y alimentario, producía una defecación semilíquida en todo comparable a la miel de las abejas. Los unos recibían en la boca la defecación de los otros y éstos la cagaban a su vez... Ello aseguraba, desde el punto de vista social, un equilibrio perfecto. Además todo el mundo se alimentaba sin necesidad de trabajar. No veía nada cómico en esta teoría y creía en ella firmemente. Pero cuando hablé con un estudiante de medicina, éste me dijo que los excrementos humanos, desprovistos de todas sus vitaminas, proteínas, etcétera, no tenían ningún valor nutritivo. Entonces abandoné mis sueños sobre la Torre de Babel de la Inmortalidad, la cual, a la inversa que la de la Biblia, no pretendía agujerear el cielo, sino encontrar la Inmortalidad en la tierra.»

En el anterior texto, Dalí nos muestra una original forma de vivir en la Torre de Babel mediante un sistema jerárquico, en el cual los poderosos siempre ocupan el nivel superior. De forma que los habitantes del piso inferior recibían todas las defecaciones realizadas por los habitantes del nivel superior. Dalí lo consideraba "el equilibrio perfecto", hasta que un día un buen estudiante de medicina le abrió los ojos.

El maestro catalán no solía proporcionar muchas pistas con las que poder comprender sus obras. Prefería que fueran sus admiradores los que realizaran el trabajo de interpretar sus lienzos sin que nadie los ayudara. Pero en el caso de la obra que nos ocupa, Dalí nos compartió unas reflexiones en francés que pueden darnos un golpe de mano para poder comprender el significado de "Le Systeme Caga i Menja":


« Pour acquérir l'Immortalité, essayons donc, en bon catalan, de suivre l'intuition d'Esope – rapportée par Michel de Montaigne dans ses Essais – quand voyant quelqu'un pisser en marchant, il lui dit : Puisque tu pisses en marchant ensayo de chier en courant ! Et j'ajoute en courant aussi vite que la lumière... »

Esta sería la traducción al español: "Para adquirir la Inmortalidad, intentemos, en buen catalán, seguir la intuición de Esopo – relatada por Michel de Montaigne en sus Ensayos – al ver a alguien orinar mientras camina, le dijo: ¡Ya que estás meando mientras caminas, ensaya de cagar mientras corres! Y agregó que corriendo tan rápido como la luz..."

En catalán "caga i menja" se puede traducir al español como "cagar y comer". Se trata de una daliniana expresión que se basa en una de las frases que los padres catalanes predican a sus hijos durante las comidas y cenas: "menja i calla", que en español sería "come y calla". Pues bien, esta frase en casa de los Dalí debió ser una de las más pronunciadas por los padres del pintor; tan pronunciada que, con el paso de los años Dalí decidió hacerle un homenaje. Lo que ocurre en estos casos es que los homenajes de Dalí no son como los homenajes habituales, tal y como iremos comprobando a lo largo del artículo de hoy.



La verdadera Columna de Trajano tiene a una serie de personajes esculpidos que van ascendiendo en forma de espiral hacia la cima, mientras cuentan una historia que conmemora la victoria militar de Trajano contra los dacios.

El Emperador Romano Trajano nació en España y Dalí le tenía un especial afecto, llegando a decir que era descendiente del emperador Trajano, al que le dedicó diversas pinturas y esculturas. Salvador Dalí decía que la Columna de Trajano era una prefiguración de la doble hélice de la genética moderna. Tras la anterior afirmación, no es de extrañar que el genio de Figueras seleccionara la Columna de Trajano como escenario de la obra que hoy nos ocupa.

Salvador Dalí encima de la fotografía de la columna dibujó unas siluetas en tinta negra que reproducen un juego infantil llamado "saltar al potro", muy popular y practicado antes de la llegada a todos los hogares de los juegos electrónicos. La acción del juego imita el acto de subir a un caballo por la parte trasera apoyándose en las posaderas del animal y pegando un buen salto.

Actualmente nuestros jóvenes prefieren no saltar tanto por las calles y encerrarse en su casa para que el que salte sea a un tal Mario, mientras va comiendo setas y recolecta estrellas. El problema de estos juegos tan vídeo-adictos es que el jugador deja de experimentar con el Mundo. El ser humano deja de experimentar con su entorno y prefiere quedarse sentado delante de una pantalla haciendo saltar a un fontanero virtual.

Pero Salvador Dalí perteneció a una generación ajena a los videojuegos en donde los niños en lugar de jugar delante de una pantalla, jugaban en las calles y plazas con los demás compañeros. Uno de los juegos más comunes en los pueblos y ciudades catalanas de primeros de siglo XX, fue el salto del potro.

TRAJANO A CABALLO 1972

En el salto del potro dibujado por Dalí, los niños quedan sustituidos por un diablo que de forma maquiavélica va saltando por encima de un pobre individuo durante todo el juego. En el salto del potro de Dalí, no hay alternancia y el hombre nunca salta por encima del diablo. D
urante todo el recorrido de esta espiral trajana, el pobre hombre siempre está debajo.


En estas circunstancias no es de extrañar que el hombre acabe cornudo y acepte las diabólicas tendencias y prácticas sexuales sin rechistar. La dualidad divide, separa y no tiene alternancia. Bajo este contexto el bien y el mal no se van intercambiando, el mal siempre es el que pasa por encima del bien, una y otra vez.

La representación de la dualidad en esta historia de Dalí en espiral ya la encontramos en las dos pequeñas columnas a izquierda y derecha de la parte central. Cada una de estas dos columnas que custodian a la de Trajano son diferentes. Sin lugar a dudas, este tipo de construcción nos recuerda a la famosa Torre de Babel y, en especial, la que Salvador Dalí pintó para que formara parte de los lujosos 4 volúmenes que contienen la versión daliniana de la Biblia bautizada como "Biblia Sacra".

La Torre de Babel de Salvador Dalí nos muestra también una espiral que asciende por el exterior de la propia torre. La espiral se inicia la ascensión desde la base dela torre sin ningún tipo de problema. Pero a media ascensión, empezamos a ver a las muletas de Dalí sosteniendo unas deformaciones que emergen de la propia torre. Es la forma con que el maestro catalán nos cuenta que a cierta altura empiezan los problemas que van en aumento conforme la construcción gana altura. Hay ciertos límites que el hombre debe respetar, ya que de lo contrario todo acaba por derrumbarse. Los nubarrones oscuros de la parte superior nos expresan la limitación que el ser humano arrastra desde el Pecado Original: "Prohibido jugar a ser dioses".

 
Las dos columnas colocadas una a cada lado, las encontramos en muchas culturas y civilizaciones del pasado, como muestra de que estamos viviendo en un mundo dual (arriba-abajo, izquierda-derecha, guapo-feo, rico-pobre, vivo-muerto). Afirmar que con estas columnas Dalí hace un guiño a la masonería es sinónimo de desvariar. El símbolo de las dos columnas no pertenece en exclusiva a la masonería, se trata de uno de los símbolos y arquetipos más universales.

Simbólicamente hablando, es muy importante que uno de los símbolos que acompañan a las columnas sea la espiral, otro de los símbolos fundamentales. Ya le dedicamos todo un artículo a la vital importancia del símbolo de la espiral.

Veamos cuales son las diferencias simbólicas entre estas dos columnas que custodian a la Columna de Trajano haciendo el papel de custodiar el tablero por donde discurre el juego.


COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la obra de Dalí que nos ocupa, la columna de la izquierda está formada por una fotografía recortada de una estatua romana de un hombre desnudo, con testículos pero sin miembro. No hay ninguna duda, se trata de un hombre capado. Por otra parte, la estatua está completamente amputada y deteriorada.


COLUMNA DE LA DERECHA

La columna de la derecha está formada por el propio trazo del artista que desde lo alto de la columna desciende en espiral formando una torre e iniciando el salto del potro al llegar a la gran columna trajana.

La columna de la derecha podemos analizarla mucho mejor que la de la izquierda debido a que una de las láminas incluída en la maleta contiene una reproducción muy similar y a mayor escala. Dalí nos está reproduciendo la Torre de Babel como cuando la concebía como "el equilibrio perfecto" de un sistema jerárquico que se alimentaba de las cagadas del de arriba.

En lo alto de la torre vemos al personaje más poderoso y admirado de Babel en posición de estar defecando desde el top de la torre con un gorro que se asemeja al cuerno de un unicornio. El cagarro en cuestión es recibido por los ciudadanos que viven debajo que inician una espiral de descenso mediante sus respectivas defecaciones.


La espiral que desciende por el interior de esta columna de la derecha acaba transformándose en el camino por donde se inicia el juego representado encima de la columna de Trajano. Por dicho camino los personajes en tinta china empiezan el juego y ascienden en espiral por la fotografía de una parte de la verdadera columna de Trajano.

La ascensión por la espiral trajana-dual y daliniana consta de cuatro niveles con diferentes variaciones del juego en cada uno de ellos. En la obra de la espiral del salto del potro, la dirección de ascensión escogida por Dalí es la contraria a la que realizan los soldados romanos que están esculpidos en la columna. Los romanos ascienden desde la izquierda, mientras que las siluetas de Dalí ascienden desde la derecha.


En esta espiral en ascensión, el pobre hombre acaba cornudo mientras que el diablo se caga de gusto ante tanta Sodoma y Gomorra. Ante este panorama enculado, empezamos a comprender el motivo por el que Dalí desarrolla su juego sobre La Columna de TrajANO. El gran pintor catalán nos retrata en esta columna alguno de los arquetipos y mitos más emblemáticos del pueblo catalán: el arquetipo del diablo y el acto de defecar.

La afición catalana al diablo y a las brujas viene de lejos, no creo que exista otra región europea con tantos puentes del diablo construidos a diestro y siniestro. En toda Cataluña, el diablo es protagonista de excepción en todas las calles durante la Fiesta Mayor de pueblos y ciudades, donde grupos de jóvenes disfrazados de diablillos asustan con petardos y bengalas a todo dios.

La relación del fuego con el infierno se hace evidente en fiestas Mayores como la de Berga con su "Patum". El diablo suele estar presente en toda fiesta catalana. Durante la celebración de los carnavales catalanes, "carnestoltes", es habitual ver la representación del diablo representando a un pastor con cuernos y un cinturón con cencerros colgando y sonando.

También, durante las fiestas navideñas, los catalanes tienen al diablo como uno de los protagonistas principales de "Els Pastorets", la obra catalana de teatro navideña por excelencia.

Según los que se dedican a contar este tipo de cosas relacionadas con el diablo, en Cataluña existen 13 castillos, 12 cuevas, 22 estanques, 29 barrancos y 31 puentes relacionados directamente con el diablo,... todo un récord muy difícil de batir. En este sencillo rincón de "Símbolos, Mitos y Arquetipos" hemos dedicado unos cuantos artículos al tema del diablo y las brujas catalanas.

En cuanto a lo de cagar y Cataluña, solamente tenemos que observar que figura del pesebre es típicamente catalana: "El Caganer".

En un pesebre catalán, "El Caganer" no puede faltar y cada año los artesanos convierten a los personajes de la actualidad en pequeñas figuras de barro que cuando las ves por detrás te das cuenta de que están cagando. El Caganer es la tradición con la que anualmente el pueblo catalán "crucifica" al personaje famoso de cada año. En Valencia los queman, en Cadiz los chirigotan y los catalanes los hacemos cagar. Hay que reconocer que España es un país plural, no cabe duda.

Suponemos que de niño Salvador Dalí debió recorrer las calles de Figueras, mientras saltaba al potro con su pandilla de amigos y amigas. Son juegos que se te quedan grabados, tras tantas horas de ir saltando calle abajo. La experiencia demuestra que saltar al potro calle abajo, es mucho más divertido que calle arriba. Pero llega un día en que ciertas hormonas te hacen cambiar los potros por las potras y cuando vas tras ellas ya no importa si la calle hace bajada o subida.


En este recorrido surrealista que Salvador Dalí plasma encima de la foto de la Columna de Trajano original está formado por las siluetas de los dos protagonistas principales, el hombre y el diablo saltando al potro. Pero cuando observamos los cuatro niveles nos damos cuenta que son idénticos y que Dalí solamente fue añadiendo detalles en cada uno de ellos. Estos detalles son de un marcado carácter sexual y anal que se van complicando conforme el juego avanza por la espiral ascendente.

Análisis simbólico de los cuatro niveles de siluetas

Veamos cuales son las principales diferencias existentes en cada uno de los cuatro niveles, empezando por el inicio del juego desde el primer nivel.

PRIMER NIVEL DE SILUETAS

La representación empieza sobre el trazo con el que Dalí dibujó con tinta negra la columna de la derecha, en donde vemos que el diablo inicia el juego saltando por encima de un muchacho. No hay ninguna duda que el protagonista delgado lleva dos cuernos, mientras que el muchacho está más robusto, pero carece de cuernos:

INICIO DEL JUEGO

En este primer nivel todo parece un simple juego donde un tío con cuernos salta al potro por encima de un hombre. Es en el segundo nivel donde el juego empieza a mostrar que no se trata de un simple salto del potro.

Al observar la segunda hilera de esta espiral es cuando nos damos cuenta de que no se trata de un juego infantil jugado calle abajo. A mitad de recorrido de este nivel se produce la primera gran defecación con pedorrea incluida:

SEGUNDO NIVEL DE LA ASCENSION

En la siguiente ampliación se puede observar la susodicha explosión, es justo a mitad de recorrido que cuando el diablo salta y el que está debajo explota. Esta primera expulsión de sólidos y gases por las posaderas, se produce como si de una auténtica explosión atómico-fecal se tratara, mientras que el diablo se corre de gusto y el pobre chaval queda empalmado de forma muy evidente, no hay duda:

DETALLE PARTE CENTRAL SEGUNDA HILERA

En la tercera hilera de esta ascensión daliniana el diablo es el que sigue dominando al pobre infeliz que está debajo. El pobre muchacho permanece durante toda la acción en evidente postura de sumisión.

TERCER NIVEL

Pero al final de la tercera hilera el diablo es el que se va de patas cuando puede empalar las posaderas del sumiso hombre, por donde decía Dalí que le dolía. La imagen habla por sí sola, hasta el unicornio se desploma mientras el diablo se caga de gusto, la cosa tiene mucha miga:

DETALLE DEL FINAL DE LA TERCERA HILERA

Llegados a este punto es bueno aclarar que Dalí no era homosexual. De joven su gran amigo Federico García Lorca  intentó desvirgar el ano de Dalí en un par de ocasiones. Pero Dalí siempre dijo que dicho acto le producía mucho dolor y nada de placer. Bajo mi modesto punto de vista, Dalí era un narcisista que desde joven le cautivo todo lo relacionado con la belleza y los desnudos de los cuerpos femeninos. Pero arrastró durante toda su vida un problema que a más de uno le ha provocado la necesidad de fijarse "en el otro lado de la acera": Y es que Dalí no era un impotente, ni un marica, solamente sufría de una eyaculación precoz muy acusada que le impedía poder dar placer a sus amantes.

Durante toda su vida Salvador Dalí fue un enamorado de los cuerpos femeninos y en particular de sus senos. La presunta homosexualidad de Dalí ha provocado una gran confusión entre todos sus admiradores. Pero, su vasta obra nos demuestra todo lo contrario: a Salvador Dalí no le gustaban los culos, con diferencia, prefería una buenas tetas.

Aclarado este detalle sexual del maestro catalán, sigamos con nuestra ascensión en espiral daliniana. Con la cuarta hilera se llega al final de esta espiral de ascensión que tras tanta Sodoma y Gomorra, no puede acabar más que con un nudo de pescador de caña. Ir en contra dirección ante tanto soldado romano mientras te sodomiza Satán produce nudos, pero no se trata de un nudo en la garganta,... sino en el ano!!!

CUARTO Y ULTIMO NIVEL

En el último salto antes de acabar la ascensión el diablo hace honor a lo de "cargarse de gusto" y demuestra estar con el armamento de nuevo preparado como el mejor de los actores porno:

FIN DEL JUEGO

Una apoteosis que finaliza en un gran trauma en forma de nudo de pescador. Un trauma que te deja marcado con una profunda herida para toda la vida. La mayoría suele correr un tupido velo y mirar para otro lado. Muy pocos son los que se enfrentan a su trauma y cogen al toro por los cuernos.

Salvador Dalí y Gala eran aficionados a la Astrología y conocían que Cataluña pertenece al signo de Escorpio que regenta los órganos sexuales y el ano. La afición catalana al diablo y la figura del "caganer" son una excelente prueba que nos confirma que Cataluña y el signo de Escorpio van de la mano.

En esta obra de Dalí dedicada a la columna y a la espiral, hay un detalle que merece ser resaltado: las espirales dibujadas sobre la columna están inclinadas en sentido ascendente, pero sin embargo las cuatro filas de personajes están en horizontal. Teniendo en cuenta que las líneas de personajes son cuatro, se nos antoja la similitud con las famosas cuatro barras catalanas horizontales de la bandera de Cataluña.

NI 3, NI 5,...  SON LAS 4 BARRAS ENCULADAS!!!


Recordemos que esta obra en el Museo Dalí de Figueras me la encontré colgada en el último piso en un verdadero "cul de sac". Desconozco si es un hecho casual o una muestra de que en el Museo Dalí hay ciertas obras colocadas en lugares muy surrealistas.

Cataluña encierra muchos misterios y Salvador Dalí conocía unos cuantos de muy buena primera mano.

Un humilde servidor tiene la suerte de vivir junto al Mar Mediterráneo, tal y como a Dalí tanto le gustaba, un excelente lugar junto al mar para cuando estás irritado por el saltar de tanto diablo empalmado.

Yo, aquí lo dejo
que de tanto ver empalmar y saltar,
estoy cansado!!!!

Johnny McClue 2022


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