El símbolo del yin-yang se representa mediante un círculo que está dividido en dos mitades iguales por una linea sinuosa. La parte negra es el yin y la parte blanca es el yang. Pero cada una de las dos partes tiene en su interior un pequeño circulo del color contrario, dando a entender que cada uno depende del otro.
La linea sinuosa que divide las dos partes, está formada por dos semicircunferencias cuyo radio es la mitad de la circunferencia que forma el contorno de la figura. La longitud total de la linea sinuosa es igual a la mitad de la circunferencia. De este modo cada una de las dos mitades de la figura está rodeada por una linea igual en longitud a la que rodea a la figura.
Yin y yang designan de modo general el aspecto oscuro y el aspecto luminoso de todas las cosas. El aspecto terreno y el aspecto celeste, el aspecto negativo y el positivo, el masculino y el femenino, por lo que representan a la dualidad y de como se complementa nuestro Universo. Los influjos del yin y el yang son contrarios, pero no enemigos. Los dos se hallan en permanente influencia mutua, aunque periódicamente predomine el uno o el otro.
Con el yin-yang nace la dualidad
Principio yin:
- negativo
- femenino
- oscuro
- tierra
- pasivo
- húmedo
- raya quebrada, es la linea cortada que sigue
- todo lo que esta en potencia
- exterior
Principio yang:
- positivo
- masculino
- claridad
- cielo
- actividad
- seco
- raya entera, es la linea recta de un solo trazo
- todo lo que actúa
- interior
Este símbolo condensa toda la forma de pensar del pueblo chino. La tradición china descompone el tiempo en periodos y el espacio en regiones. Los periodos y los espacios son tildados tan pronto de yin, como de yang, según sean buenos o malos, cálidos o fríos, abiertos o cerrados, claros o oscuros, interiores o exteriores, etc. El yin y el yang son el análisis de la imagen de las representaciones espacio-temporales. Para usos religiosos estos espacios y tiempos tienen una gran importancia con el fin de marcar y seleccionar emplazamientos y fechas sagradas.
El carácter del yin se compone de yin (que expresa la presencia en las nubes, el tiempo cubierto) y de fu (la colina, la vertiente). El carácter yang se compone de yang (designa al sol elevado por el horizonte y la acción que representa) y del mismo radical de fu.. Tales caracteres pueden aplicarse a la umbría y a la solana de un valle, cuyo estudio constituye una de las bases de la Geomancia.
El yin y el yang no existen, más que recíprocamente. Son inseparables y el ritmo del mundo es propio de su alternancia. La unidad se polariza, se determina en yin y yang, es el proceso de la manifestación cósmica en donde el huevo del mundo se separa en dos mitades. En el yin-yang se evoca la unidad y la dualidad, es la mónada y la díada de los pitagóricos, lo impar y lo par.
Una gran parte de la medicina oriental se basa en el símbolo del yin-yang. Toda enfermedad es ocasionada por un desequilibrio y para sanarnos deberemos equilibrar los platillos de la balanza corporal.
Este símbolo ancestral del yin-yang, representa a la polarización que se produjo cuando la Conciencia rompió la unidad de los orígenes. Al principio todo era uno. Algunos lo llaman Dios, nosotros preferimos llamarle Conciencia. La Conciencia crea la dualidad para experimentar lo que significa ser. Para conocer dicho significado, es necesario nacer y morir. La Conciencia no puede conocer dichos significados por que es eterna. Al ser eterna la Conciencia no conoce el tiempo, es intemporal. La Conciencia crea este universo dual y virtual donde estamos para poder realizar esta experiencia. La experiencia de existir dentro de un cuerpo que nace, que vive y que muere. El yin-yang representa de forma magnífica la dualidad de nuestro Universo donde las dos fuerzas nunca están equilibradas, donde hay tensión, donde hay vida !!!
Donde hay yin-yang, hay tensión.
Donde hay yin-yang, hay equilibrio.
El yin-yang representa el misterio de nuestra propia existencia.
No es fácil estar equilibrado en este universo dual, todo no es posible en esta vida y es muy importante saber que en el juego del yin-yang, no se pueden hacer trampas.
¿No es verdad señor Miguel?
PAZ
Johnny McClue 2015
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